Hace aproximadamente un
siglo compañeras trabajadoras de empresas textiles Nueva York (EEUU) se
organizaron con la finalidad de reivindicar sus derechos laborales frente a
todos los atropellos, maltratos y explotación de los grandes burgueses. Fueron compañeras
combatientes, activas y valientes que entregaron su vida por romper las cadenas del oprobio capitalista.
Para el proletariado del
mundo ésta es una fecha victoriosa, en la que debemos estar muy claras que éste no es el
momento para derramar flores, ni brindar
chocolates, ni permitir los viles discursos de los y las oportunistas que
desvirtúan el verdadero rol de la mujer en la sociedad y en la revolución, sino
el escenario donde debemos demostrarle al mundo que podemos dirigir las luchas
del pueblo, que somos organizadas, que tenemos las suficiente convicción de
clase como fuerza poderosa para también estar a la vanguardia de nuestro pueblo,
que nuestra fundamental idea es avanzar en la construcción del Nuevo Poder no
antes destruir con decisión y sin falsos sentimentalismos pequeño burgueses
todo aquello que nos oprime como género, como trabajadoras, pero sobre todo
como clase..
Las compañeras constituimos
en el mundo, pero no lo hacemos solas, lo hacemos apuntalando esfuerzos junto a
nuestros compañeros y a cualquier manifestación de género que haga prevalecer
su condición de clase sobre cualquier interés mezquino que se esconde bajo las
faldas y arquetipo del feminismo burgués.
Compañeras campesinas,
obreras, estudiantes, amas de casa, comerciantes y trabajadoras en general,
todas identificadas no solo por el género, sino por ser explotadas, oprimidas y
discriminadas, enarbolemos nuestra voz e
indomable voluntad combate en contra este sistema burgués-terrateniente, pro imperialista
que cotidianamente nos somete, explota y utiliza para fortalecer sus protervos
planes que no coinciden con los intereses de las masas explotadas..
Mientras la gran burguesía,
los grandes terratenientes y el imperialismo, tratan de destruir y
distorsionar las luchas y objetivos que tenemos las mujeres, nosotras, la otra mitad del cielo, debemos
generar organización y formas de lucha violentas, revolucionarias, que se
plasman en la Guerra Popular que es la línea militar del proletariado con el
único objetivo de asaltar los cielos.
La Guerra Popular es la
guerra de las masas y las mujeres organizadas debemos apoyar la construcción y
conquista del Poder bajo la correcta dirección ideológica del proletariado que
es el punto de inflexión donde podremos conquistar nuestra definitiva
emancipación..
¡MUJERES EXPLOTADAS DE TODO EL MUNDO, UNÍOS!
¡DESATAD LA FURIA DE LA MUJER Y ROMPER LAS CADENAS¡
¡VIVA EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER PROLETARIA!
Comentarios
Publicar un comentario