La desmovilización organizativa, política e ideológica
de las organizaciones populares y sindicales del país no solo es propiciada por
el régimen fascista de Correa sino por el revisionismo y el oportunismo
electorero autoproclamado como de “oposición”.
Ya
es de conocimiento popular que organizaciones sindicales, populares y algunos
partidos políticos como el PCE (cabezón), socialistas, miristas, alfaros…, han
coludido con el régimen fascista para desplegar el proceso reformista,
terrateniente-burocrático y corporativista que requiere neutralizar la
organización y lucha popular para poder materializar sus objetivos. No
obstante, otras organizaciones lideradas por los “otros izquierdistas”, aquellos que desde la llamada oposición
convocan a las masas a la movilización con finos intereses electoreros-burocráticos
y que tienden a empujar al pueblo a que
siga transitando los vericuetos del camino
constitucionalista demo burgués-terrateniente, que es el camino de la
reacción y del imperialismo.
La
última movilización del 11 de noviembre, trabajadores dirigidos por el Frente
de Defensa de los Derechos de los Trabajadores de Imbabura cuyo elemento de
identidad pasa, entre otras cosas, por no permeablizar en sus filas a elementos
comprometidos con la voracidad electorera, realizaron una marcha de protesta en
contra de las enmiendas constitucionales y demás medidas anti populares que
despliega el régimen de Alianza País.
En
la provincia de Imbabura tanto el régimen como el revisionismo han perdido capacidad
de convocatoria. En el caso de la oposición se expresa como una reacción de las
masas que poco a poco visualizan las intenciones de la dirigencia oportunista y
revisionista que vomita sus intereses
electoreros y que sus llamados tan solo conducen a agotarlas y desmovilizarlas
ideológicamente.
En
la ciudad de Quito no es diferente. La oposición se ve neutralizada en algo por
la movilización pro gubernamental. La capacidad de que las masas asistan al
llamado movilizador de cualquiera de estas dos expresiones del burocratismo va
perdiendo resonancia en el pueblo. Es importante y hay que resaltarlo.
A esto hay que destacar que son los propios
dirigentes revisionistas de la llamada oposición y que cabalgan en la organización sindical,
popular y campesina los que persiguen en las manifestaciones a luchadores populares que comprometidos con
la clase y el pueblo se manifiesta cubriendo
sus rostros con pañuelos o pasamontañas. La miserable dirigencia los denuncia
ante la represión, tratan de asilarlos de las masas bajo el espurio argumento de que son
“infiltrados” que quieren “violentar la
lucha de los movimientos sociales”.
Es
decir, son los mismos dirigentes revisionistas los que se encargan –al interior
del pueblo- de hacer de policía para colaborar y ponerle límites a las marchas
y no permitir que la rebelión tome el cauce que debe tomar elevando los niveles
de combatividad y lucha de las masas para dejarlas sumidas en meras comparsas musicales
ante las amenazas del fascista y de su instrumento punitivo-carcelario, el
nuevo código integral penal.
El régimen se preocupa y se asusta porque en
las movilizaciones hay encapuchados. Entendible. Ven combatividad, ven otro
tipo de organización en el seno del pueblo. Eso les atemoriza. En sus filas
tienen “dirigentes” de la izquierda y las llamadas organizaciones
revolucionarias hoy domesticadas y saben que donde hay masas con alto nivel
combativo y correcta dirección ideológica no hay poder sobre la tierra que las
detengan.
El
revisionismo y oportunismo de oposición también se asusta de la misma manera. También
es entendible. ¿Por qué? Porque ellos, los dirigentes oportunistas no quieren que la lucha tenga el fundamento y
dirección que debe tener, entonces terminan coludiendo con la represión y con
el régimen en sus esfuerzos por neutralizar la creciente lucha popular.
La
capucha es la manifestación de rebeldía, de descontento popular, es el rostro
del pueblo que lucha.
Pero
el colmo del oportunismo y del revisionismo va más allá. Incitan a las bases para
que capturen a los “encapuchados”, para que aíslen a los combativos, a los que hacen pintas, a los que quieren
combatir firmemente a las fuerzas represivas del régimen y a sus mesnadas.
Urge
detener y combatir ese cicatero oportunismo de estos “rebeldes de guante blanco”. Ya salieron anteriormente con brocha en
mano a borrar las pintas combativas del pueblo. Hoy van más lejos: son los
nuevos guachimanes del régimen en las
marchas del pueblo.
No
se puede tolerar y aceptar la pusilanimidad de la dirigencia de la oposición.
Hay que fortalecer la lucha popular, atizarla, encarnar en las masas la
necesidad de ser más decisivos en la confrontación al régimen fascista.
Hay
la necesidad de remecer el país y al gobierno para que entienda que su
estrategia de oponer masas dirigidas por el pútrido revisionismo en contra de masas
rebeldes; que sostener dirigentes estabulados en el marco legal y que no
quieren perder la perspectiva electoral de frente a las próximas elecciones no
son compatibles con el requerimiento del pueblo.
¿Qué necesitamos? Organizaciones populares y
sindicales con dirigentes probos, honestos, identificados profundamente con los
intereses de la clase y del pueblo.
¿Qué
hacer? Identificar y combatir a los falsos dirigentes populares y sindicales.
Desenmascararlos ante las masas. Cualificar y cuantificar de mejor manera la
organización y movilización popular. Que el régimen sienta que combate a
hombres y mujeres con conciencia de
clase, revolucionaria, que no está pendiente del cálculo electoral y que está consciente
que solo con organización, movilización y lucha se conquistan derechos y
defienden libertades.
¡No
le demos espacio al letargo de los corderos! Vamos a organizar el cierre de
calles, carreteras. Vamos a realizar movilizaciones que expresen la vivacidad y
fuerza de la clase que está dispuesta a luchar por encima de los límites que le
interpone el viejo estado, la represión y desde luego la falsa y corroída
dirigencia sindical de viejo cuño.
¡A
LUCHAR CONTRA EL REVISIONISMO Y EL OPORTUNISMO!
¡POR
UNA LÍNEA CLASISTA Y REVOLUCIONARIA!
¡VIVA
LA LUCHA SINDICAL!
¡VIVA
LA LUCHA DEL PUEBLO DEL ECUADOR!
¡VIVA
LA ALIANZA OBRERO-CAMPESINO-POPULAR!
¡A
COMBATIR AL RÉGIMEN FASCISTA DE RAFAEL CORREA Y SUS LACAYOS!
¡JATARISHUN!
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