30.270 uniformados de la policía.
16.000 miembros de unidades especializadas (GIR, GOE, GEMA, Etc.); 3100
patrulleros, 5.340 motos, 12 helicópteros, 3 avionetas, una ambulancia aérea.
47.000 militares, 3700 cámaras de seguridad; 664 voluntarios de la Cruz Roja,…
es decir, todo el inventario represivo del país al servicio de la democracia.
Y no, no estamos en guerra con
otro país, solo es para “garantizar” la seguridad en las elecciones”.
¿Son tan vulnerables las
elecciones?, o, ¿es la única manera de que los comicios se puedan realizar sin
que sea constreñido o impedido por la acción consiente de las masas? Tenemos la
certeza de que las dos cosas.
Son ilegítimas, porque tanto la
democracia como las elecciones tienen carácter de clase y están diseñadas para
que la clase dominante detenga el poder. Como toda expresión de poder tiene
sustento en la fuerza,en la imposición, en la coerción. De igual forma, de no
haber obligatoriedad en el voto y otro tipo de medidas “punitivas” con toda
seguridad las elecciones no podrían ser llevadas a cabo porque es evidente que
las masas ya están hartas de este esperpento de la vieja democracia que no refleja
la verdadera voluntad de las mayorías y mucho menos, que responda a sus
intereses.
Terminó la primera vuelta
electoral. Como era de esperarse, la pugna inter burguesa expuesta en el
representante del régimen, Lenin Moreno (burguesía burocrática) y Guillermo
Lasso, (representante de la burguesía compradora), tendrá que dirimirse el 2 de
abril en una segunda vuelta electoral.
Pocas veces hemos asistido a un
proceso donde las contradicciones inter burguesas se hayan mostrado de una
manera tan hostil y en un ambiente agresivo, incisivo, precario, corrupto e
imperativo en relación a los procesos anteriores. De manera particular el uso
de las llamadas “redes sociales” le ha impreso un ingrediente especulativo que
ha terminado por desconcertar a la mayoría de la población.
Pero hay que entender que si hoy, quizá más
que ayer, el proceso electivo ha estado lleno de irregularidades, pensar que éste
pueda ser “perfectible” -como sostienen las autoridades del CNE- sería una
aspiración propia de bribones.
La derecha más recalcitrante del
país grita: ¡fraude! La izquierda revisionista haciendo eco replica la denuncia
y vocifera: ¡fraude! El régimen con la misma resonancia se suma al grito de ¡fraude!
Es decir, todos los actores políticos del viejo estado consideran que su
instrumento electivo es fraudulento. Y es que acaso, si de por medio no hay
irregularidades o fraude, las elecciones recobran algún grado de validez (?)¡No!,
sigue siendo un instrumento, una herramienta de la caduca democracia para
someter a las grandes mayorías.
El proceso por su propia
naturaleza es corrupto, porque la corrupción es panacea en los países
semifeudales y semicoloniales. Es de clase, porque sirve a los intereses de la
dictadura burgués-terrateniente; es demagogo y mentiroso, porque es un
verdadero circo donde los payasos son los que juegan con el destino de millones
de personas. Es criminal, porque trafica con el hambre, la desocupación, la
miseria y las expectativas de las masas.
Pero veamos. Podemos entender a los
candidatos oficialistas y de oposición emitir sus desesperados pronunciamientos
populistas por cooptar el voto de las masas para que los entarime ya sea en la
presidencia como en la asamblea y den continuidad con el magro proceso de
explotación, opresión y persecución de las masas. El sistema de gobierno es
así, la democracia burgués-terrateniente opera así, es su naturaleza, convocan
a las masas para hacerles creer que van a elegir a sus gobernantes, a sus
dignatarios.
Sin embargo hay que decirlo,
nuestra capacidad de asombro queda corta ante la estupidez que han mostrado
ciertos dirigentes políticos de la llamada izquierda del Ecuadoraherrojada a
las elecciones burguesas.
Si bien cierto la primera vuelta
la ganó el candidato oficialista con 39, 35 % de los votos hábiles y Lasso
quedó segundo conel 28, 10%, los perdedores absolutos de la contienda burguesa
ha sido una vez más el revisionismo, que bajo su sombra va dejando una profunda
huella de desconcierto,desencanto y desde luego, de desatinos históricos que de
frente a la revolución deberán asumir su responsabilidad con creces.
La unidad dela izquierda que aupó
a militantes dela llamada Unidad Popular (MPD); Pachakutik, socialistas,
miristas la izquierda democrática y otros, ha tenido que recibir con cierta
resignación el rechazo popular a su cancina y rastrera demagogia de traficar
las luchas del pueblo en las ánforas. No alcanzaron ni el 7% de la votación
final (4% de la votación universal) Pero no contentos con terminar a la cola de
la burguesía y los terratenientes representados por el general retirado Paco
Moncayo, miembros de esta coalición revisionista-oportunista como Lourdes Tibán,
Carlos Pérez G. y G. Atarihuana han salido prestos a apoyar a la candidatura de
Lasso, del banquero, del chulquero, para la segunda vuelta electoral.
Y ojo, no queremos decir con esto
que si apoyaran a Lenin Moreno las cosas fueran diferentes, tan solo queremos graficar
la manera cómo operan o manejan sus valoraciones ideológicas y cómo con ellas
arrastran a nuestro pueblo a transitar sus ocursos vericuetos.
Ese es el oportunismo enquistado
en filas del pueblo, quizá más nocivo que la influencia que tienen actores
políticos como los dos candidatos presidenciales, pues ellos vienen de frente
con su discurso afable con el viejo estado, afable con el imperialismo, no
vienen con polleras o poncho, o con puños levantados declamando “revolución”
desde las urnas. Estos podridos izquierdistas oportunistas, revisionistas,
vienen solapados en el anaco, en el sombrero, entonando cánticos y consignas revolucionarias
que en sus hocicos dehiena se vuelven huecos, carentes de sentido, sin alma,
verdaderos cañonazos de pólvora mojada.
No obstante, lo digno de resaltar
es que el ausentismo ha sido importante, es decir, el elemento consiente del
pueblo ya se resiste a participar de este magro proceso.
Además del ausentismo, sin que
sea lo esencial, también se incrementó el voto nulo y en blanco, y es que hay
que entender esta dinámica. NO VOTAR es la consigna fundamental, hacer todo
porque impedir que las elecciones se lleven a cabo. Esto es un problema de
principios, que no puede estar en cuestión bajo ningún punto de vista. Lo
“otro”, anular el voto o votar en blanco, sigue empujando a las masas a las
ánforas para avalar o validar la vieja democracia.
Desde luego que entendemos que en
muchos de los casos (sino la mayoría) votar nulo o en blanco responde a un
intento por obviar la importante sanción económica que implica no asistir a las
urnas y poder contar con el certificado de votación, y eso, sin que sea lo
correcto, ya dice bastante. El 18%, de la población electoral NO ASISTIÓ A LAS
URNAS. Este porcentaje que NO VOTÓes el tercer resultado más importante en
términos cuantitativos en relación al universo de votantes. Si se le suman el
9,7% de votos en blanco y nulos, casi el equivalente a los votos que sacó Lasso
en las elecciones. Todo esto refleja la poca o ninguna credibilidad que tienen
las masas en el rancio, purulento y desgastado proceso electoral.
Ahora, de cara al 2 de abril los
dos bandos burgueses han dispuesto su estrategia de campaña. Se nos viene de
nuevo otro desate de mentiras, acusaciones mutuas, populismo y más del circode
siempre.
También se nos viene la campaña
del revisionismo que perdido en las elecciones apuran esfuerzos para que las
masas castiguen al régimen o convocar al voto blanco o nulo. Hacerlo es
igual,oportunismo. No tiene validez alguna la convocatoria a votar nulo porque
es el “mal menor”, también es una cosa de bellacos, convocan a las masas a que
utilicen las ánforas para castigar a los “politiqueros”. De esa manera las
elecciones y la democracia se vuelventan “dúctil” hasta para eso, para que se
azoten entre ellos, los electoreros. Además, el voto nulo siempre sirve a un candidato,
en este caso, al del régimen, al del fascista, porque “baja” el techo de votos
universales en su porcentaje y con el 39,35% de votos válidos que obtuvo en la
primera vuelta, los votos válidos por conquistar son menores. Es decir, de una
u otra manera, votando en blanco o anulando el voto seguimos metidos en la
perorata electorera y validando la vieja democracia.
Vamos a profundizar la campaña de
concienciación de las masas con el NO VOTAR. Vamos a denunciar de manera más
decidida el carácter de clase que tiene las elecciones y la vieja democracia.
Vamos a insistir en hacer lo que esté en nuestro alcance por perturbar, y de
ser posible, impedir las elecciones.
¡NO
VOTAR, PREPARAR LA GUERRA POPULAR!
¡NO
VOTAR, DESENMASCARAR A LOS QUE TRAFICAN CON LA MISERIA DEL PUEBLO!
¡NO
VOTAR, DESENMASCARAR AL OPORTUNISMO Y AL REVISIONISMO!
¡VOTAR
NULO O BLANCO AVALA EL PROCESO ELECTORAL BURGUÉS-TERRATENIENTE Y CON ÉL, LA
VIEJA DEMOCRACIA!
¡REMATAR
LAS CAMPAÑA POR EL NO VOTAR!
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