El 27 de enero del 2018, en la ciudad de San Lorenzo, Esmeraldas,
limítrofe con Colombia, un coche bomba destruyó el cuartel de policial causando
importantes destrozos en las instalaciones del recinto y casas colindantes. El
atentado no causó bajas mortales más sí una treintena de heridos sin gravedad.
Por ser un hecho inusitado, sin referente histórico en el país, el
atentado alertó al gobierno y puso en tensión a los aparatos represivos del
estado que absortos veían cuán vulnerables y débiles son.
Lo que llama la atención es que, a las pocas horas del hecho, las
autoridades militares del gobierno de Santos, Colombia, afirmaban que los
autores del atentado era un grupo disidente de las FARC (columna Oliver Sinisterra) quien no se adhirió al
proceso de desmovilización de esa guerrilla.
La información colombiana fue receptada por la policía y gobierno
del Ecuador que, sin haber hecho las investigaciones respectivas, se sumaron
inmediatamente a gritar y declarar que efectivamente los culpables del bombazo son
precisamente el grupo disidente y centran sus ataques en el comandante de esa
guerrilla: Guacho.
Lo que no pueden ocultar las hienas de la reacción de Colombia, el
oportunismo capitulador de las FARC, Gustavo Larrea y demás miembros del
gobierno de Moreno, es que todo se trata de una patraña orquestada por la
colusión del viejo estado de Colombia y Ecuador para neutralizar a aquellos que
no se someten al redil de Timochenko y Santos.
-El caso de Gustavo Larrea es especial, no hay que olvidar que en el
computador de Raúl Reyes se encontró información de que éste acusaba a Larrea
de Trabajar para la CIA; que había que tener cuidado con ese individuo. Es
obvio que la mano de la CIA y de sus consortes tienen mucho que ver en este
atentado-.
Ya con anterioridad, el desmovilizador y capitulador Timochenco,
alertaba que el grupo de Guacho no quería proceder a la dejación de armas y entregó
toda la información que tenía de ese frente guerrillero de Tumaco para que sea
aniquilado por el ejército represivo de Colombia. Es decir, Timochenko delataba
y combatía, junto al ejército de Colombia, a los frentes que no plegaban la
capitulación.
La respuesta del frente guerrillero de Tumaco fue combatir y repeler
a la dirigencia de la FARC.
La venganza no se hizo esperar.
Las FARC de Timochenko y Santos, planearon y ejecutaron –conjuntamente-
con el Ejército de Colombia el atentado a la base policial de San Lorenzo. Unos
colocaron los explosivos, los otros, se apresuraron a estirar el brazo y
señalar a los “oportunos” culpables. Mientras tanto autoridades y alto mando
policial/militar de “inteligencia” ecuatoriana, ajustaban los dispositivos
militares para dar la respuesta sujeta del plan general planteado por Santos.
Este oscuro plan fue diseñado con anterioridad. Inició con la
operación denominada” Éxodo 2018” inició el 8 de enero con el traslado a
Nariño, Tumaco, de 2.000 militares armados
y equipados desde la base de Tolemaida, en el centro del país. Esta fuerza de
intervención tiene el apoyo de la fuerza aérea de Colombia, grupos
especializados de asalto y de inteligencia.
De antemano ya se definió el objetivo de
alto valor estratégico: Gaucho.
Es decir, primero se posicionaron sobre el terreno en el
departamento de Nariño. Desplegaron sus fuerzas en torno al objetivo en espera
al desplazamiento del frente Oliver Sinistierra a lo largo de la frontera con
Ecuador. Tendido el cerco sólo tenían que esperar que los capituladores hagan
su trabajo, es decir, cometer el atentado y así lograron espolear a los
aparatos represivos del Ecuador y al gobierno de Moreno a que combatan a Guacho
y su frente guerrillero en territorio ecuatoriano. Éstos utilizaban o utilizaban
las selvas de San Lorenzo como área de repliegue; los ramales de mar, manglares
y ríos para movilizarse entre los dos países, proveerse de logística y tener,
en el Ecuador, una zona de oxigenación. Y precisamente por estas razones,
resultaba difícil creer que los disidentes realicen una acción armada de esa
envergadura en el país, salvo que no tenga claro el elemental manejo de la
táctica y la estrategia en términos militares.
Hecho el atentado por parte de las fuerzas de Timochenko y del
ejército de Colombia, la reacción fue automática. Se movilizaron efectivos de
fuerzas especiales, GIR, GOE, GEMA, FAE, etc., a la frontera. Ellos, en la
actualidad, se dedican a peinar la zona y hacer de martillo, empujar a los insurgentes
a territorio colombiano donde el ejército burgués ya dispuesto hace de yunque y
tratar, de esa manera, aniquilar a aquellos que nos e convencen de la paz de
Santos y de las FARC.
Mientras tanto, los miembros de la revolución ciudadana, del socialismo
del siglo XXI, muestran su verdadera cara. Solícitos salen a hablar de
soberanía, de revolución y otras babosadas más. Caen o se prestan para el gran
sainete, pero no solo eso, reproducen el discurso acuñado por el imperialismo
de narcoguerrilla, terrorismo, etc., hacen pronunciamientos de la firmeza con
la que van a actuar contra estos “males” y se postra, una vez más ante el imperialismo
yanqui, solicitando la intervención de efectivos especializados (FBI), para que
ayuden en las investigaciones del atentado. De hecho, los miembros del FBI ya
están en el país y son quienes le dan forma a la trama.
Miserables, entreguistas, al menor golpe de viento corren a esconderse
en los sobacos de Trump y su régimen imperialista, opresor, criminal. Éstos son
los revolucionarios de este régimen.
Por noticias de la prensa, se conoce que las fuerzas de represión ya
han llegado a la frontera con Colombia después de hacer un barrido de la zona.
Se han fijado en el terreno. Ahora las cosas se invertirán. Los aparatos
represivos de Colombia harán de martillo y los aparatos represivos del Ecuador
de Yunque. Una fuerza bi nacional compuesta por tres actores, ejército
colombiano, aparatos represivos del viejo Estado del Ecuador y las FARC
capituladoras como elementos de apoyo, combaten a una fuerza que, si bien es
cierto, no cuenta con la línea ideológica correcta, se niega a participar del
sainete, de la gran mentira de Santos y las FARC, la paz burgués-terrateniente.
Moreno tiene la obligación de explicar al país, sobre todo a las
masas pobres de la frontera con Colombia, del porqué, en base a engaños,
mentiras y coludidos con el régimen narco paramilitar de Santos, involucra a la
población fronteriza en la lucha contra los grupos armados de Colombia.
¡FUERA FBI DEL PAÍS!
¡YANKEES GO HOME!
¡CONDENA AL RÉGIMEN DE MORENO POR
ENTREGUISTA, MENTIROSO Y REPRESOR!
CONDENAMOS A LAS FARC Y SU ROL
DELATOR Y REPRESIVO CON QUIENES NO SE CIÑEN A LA PAZ DE LOS CEMENTERIOS, QUE ES
LA PAZ DE SANTOS Y LAS FARC
CONDENA A LOS APARATOS REPRESIVOS
DEL ECUADOR QUE SE PRESTAN A LA GRAN MENTIRA PARA INVOLUCRAR A LOS ECUASTORIANOS
EN LA LUCHA EN CONTRA DE LA INSURGENCIA ARMADA DE COLOMBIA
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