Las
marchas por el 1º de mayo se han constituido en un verdadero muestrario de cómo
se viene desarrollando el movimiento sindical en el Ecuador.
No
podemos, y mucho menos pretendemos negar la mayoritaria presencia de un
movimiento sindical liderado por las corrientes más recalcitrantes del
revisionismo y del oportunismo en el país. Direcciones que por un lado han
arrastrado a las masas de trabajadores explotados a persistir una y tantas
veces en el parlamentarismo burgués, en el camino burocrático, que claro está,
es el camino de la reacción, del constitucionalismo, de las elecciones, en
definitiva, de la democracia burgués-terrateniente.
Y es precisamente en el seno de
este movimiento sindical donde las fuerzas revisionistas se han bifurcado para
formar un componente organizativo binario a favor del viejo estado y de la
vieja democracia. Unos, con el régimen, haciéndole el juego a la reforma, a la
reestructuración del viejo estado y con ella
darle un impulso al cuarto momento que vive el capitalismo burocrático
en el Ecuador. Resalta entre las varias organizaciones de distinta índole la
CUT, Central Unitaria de Trabajadores, dirigida por la rata Oswaldo Chica y Richard Gómez, presidente de la Federación
de Trabajadores Eléctricos del Ecuador, elementos burocráticos que han logrado
estabular a las masas obnubiladas por la demagogia fascista de Correa.
Otros,
aupados en la llamada “oposición” al gobierno, también han sabido anidar en su
seno, además del revisionismo, a dirigentes oportunistas reciclados en la
periferia del movimiento campesino, indígena y popular; no contentos con eso, a
dirigentes de partidos políticos de centro y derecha que no han tenido
problemas o limitaciones en ponerse al frente de las movilizaciones como son el
caso de Lourdes Tibán, Gustavo Larrea, Acosta, dirigentes del extinto MPD y
hasta el mismísimo Presidente de la Cámara de Comercio de Quito: Blasco
Peñaherrera Soláh, exponente de los sectores más reaccionarios de la gran
burguesía del país.
En
ese contexto es importante resaltar cómo va ganando mejores niveles de
organización, fuerza y combatividad el movimiento sindical clasista, que
trabaja sobre la necesidad de fortalecer y apuntalar un programa de lucha
coherente con los requerimientos actuales que tienen los trabajadores
explotados del país y desde luego, ir bregando sobre la necesidad de fortalecer
posiciones políticas e ideológicas que también consoliden saltos cualitativos
en la irrenunciable dirección que debe tener el proletariado en la revolución
de Nueva Democracia en el país, siempre al servicio de la Revolución Proletaria
Mundial.
En
Ibarra se pudo evidenciar cómo en medio de una fuerte lucha ideológica contra
el revisionismo y el oportunismo se va imponiendo la línea ideológica correcta;
cómo ésta se va consolidando y va dando pasos agigantados por dejar atrás el
burocratismo sindical, al oportunismo electorero, al revisionismo capitulador,
derrotista, manipulador, desmovilizador y sobre todo conciliador de clase para -de
esta manera- ir allanando el camino a la construcción de un movimiento sindical
coherente con los postulados del proletariado internacional.
El
Frente de Defensa de las Luchas del Pueblo del Ecuador (FDLP-EC), saluda
militantemente al Frente de Defensa de los Trabajadores de Imbabura por su
coherente, decidida y combativa participación en las marchas del 1º de mayo
realizada en la ciudad de Ibarra.
Al
no estar comprometido con el régimen reformista de Alianza País y tampoco con
las huestes políticas de la llamada “oposición” que concentra en su seno a las
organizaciones sindicales, indígenas, campesinas y populares dirigidas por lo
más espurio del revisionismo y oportunismo del país, con el carácter expuesto
en la movilización, el FDDT-I sentó las bases para el irrenunciable y necesario
proceso de consolidación de una nueva corriente sindical que esgrime
independencia de clase y que definitivamente asienta convertirse bajo dirección
ideológica correcta, proletaria, en la vanguardia organizada y programática de los trabajadores
rebeldes y explotados del país.
Persistir
en el sostenimiento de independencia de clase, una clara declaratoria anti
electoral, ubica a este Frente en el campo de las ideas y comportamientos
correctos, fieles a los propósitos del proletariado y sus tareas
táctico-estratégicas de cara a la construcción del Nuevo Poder.
La
presencia en la marcha más de 1.500 trabajadores
portando banderas y emblemas rojos símbolos del proletariado internacional ya
marca un hito en la historia del sindicalismo de la provincia.
También
es fundamental destacar que el Frente de
Defensa de las Luchas del Pueblo del
Ecuador embanderó la ciudad con la colocación de dazibaos, pancartas, banderas
y afiches que le dieron un sello de clase a la marcha y que no dudamos, refuerce
en su brío por consolidar la alianza estratégica ente obreros y campesinos; afianzar
el desarrollo vertiginoso y combativo del sindicalismo consciente, del movimiento
y organizaciones indígeno-campesinas-populares coherentes con sus programas y requerimientos
tendientes a dirimir sus contradicciones con el estado, el imperialismo, la
gran burguesía y los grandes terratenientes aun en medio de la contraofensiva
anti popular, anti obrera del régimen y su aliado estratégico, el revisionismo.
Pero
no basta con generar nuevas organizaciones sindicales ajenas a aquellas en las
que cabalga el revisionismo y el oportunismo, urge luchar en el seno del
sindicalismo hoy tomado por agentes del gobierno y por la aristocracia sindical
que durante décadas han parasitado los
sindicatos y sobre todo, que han traficado con las luchas de las masas. Es
importante volcarse sobre ellas, bien decía Lenin en La enfermedad infantil
del “izquierdismo” en el comunismo: "...la lucha contra la
"aristocracia obrera" la sostenemos en nombre de la masa obrera y
para ponerla de nuestra parte; la lucha contra los jefes oportunistas y
socialchovinistas la llevamos a cabo para conquistar a la clase obrera. Sería
necio olvidar esta verdad elementalísima y más que evidente. Y tal es
precisamente la necedad que cometen los comunistas alemanes "de
izquierda", los cuales deducen del carácter reaccionario y
contrarrevolucionario de los cabecillas de los sindicatos la conclusión de la necesidad
de. . . ¡¡salir de los sindicatos!! de ¡¡renunciar a trabajar en los mismos!! y
de ¡¡crear nuevas formas de organización obrera inventadas por ellos!! Es ésta
una estupidez tan imperdonable que equivale al mejor servicio prestado a la
burguesía por los comunistas (…)
No
actuar en el seno de los sindicatos reaccionarios, significa abandonar a las
masas obreras insuficientemente desarrolladas o atrasadas, a la influencia de
los líderes reaccionarios, de los agentes de la burguesía, de los obreros
aristócratas u "obreros aburguesados".
Bajo
esos parámetros, en otro sector del sindicalismo que agrupa entre otros al
sindicato de trabajadores de la salud, OSUNTRAMSA, también se volcó a las
calles de la capital alineado bajo su propio programa político, ajeno al del régimen,
pero también ajenos al del oportunismo de la oposición. Como siempre, el
revisionismo y oportunismo del PCE (revisionista) se infiltró en la masa,
aspectos que hay que corregir de mejor manera para no permitir que estos miserables
vuelvan a contaminar al movimiento sindical que a pesar de la crisis vive un
reflujo importante.
El
balance de la marcha es positivo. Ya se le van ganando y arrebatando trincheras
importantes al interior del movimiento sindical al revisionismo, empero hay
mucho por hacer, organizar, combatir y cercenar. Organizar nuevos sindicatos bajo el paraguas
ideológico del proletariado, reorganizar aquellos que han sido asaltados por el
revisionismo y el oportunismo. Imprimirle nuevos arrestos de combatividad
encaminados a derrotar con la movilización y la lucha popular las políticas
punitivas, policiales y temerariamente represivas del régimen. Y cercenar, si cercenar
el revisionismo y el oportunismo del seno de las organizaciones de la clase y
del pueblo. Recordar que sin destrucción no hay construcción, que esa es una
ley dialéctica que no podemos ni debemos soslayar o dejar de lado.
La
lucha sindical no se avizora pacífica, hay que entender que en filas del
movimiento sindical, campesino y popular ya no hay cabida sino a la lucha de
clases manifiesta en sus variadas formas.
Hay
que imprimirle al movimiento sindical, además de organización, mayor
efervescencia combativa, explosividad, sacarlo del ostracismo y convertirlo en
una verdadera maquinaria de lucha del proletariado apuntando sus esfuerzos a
dar el salto de lo reivindicativo a lo político, y con él, a ser un soporte
fundamental en la lucha por la Nueva Democracia.
A
FORTALECER EL MOVIMIENTO SINDICAL PERTRECHADO EN LA LÍNEA IDEOLÓGICA
CORRECTA:
EL MARXISMO-LENINISMO-MAOÍSMO
POR
UNA LÍNEA CLASISTA Y REVOLUCIONARIA
¡VIVA
EL 1º DE MAYO!
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