Hoy, la burguesía compradora y burocrática; oportunistas y
revisionistas gritan al mundo que los médicos y trabajadores de la salud “son
unos héroes”.
El régimen entreguista y represivo de Moreno hace lo mismo; sin embargo,
al parecer el régimen tiene amnesia o es sinvergüenza. Nos quedamos con lo
segundo.
Hace pocos meses, en octubre del año pasado, Moreno y su káiser, la
ministra del interior María Paula Romo ordenaron se bombardee
indiscriminadamente hospitales; los aparatos represivos incursionaron
violentamente con armas de fuego, gas, caballería, blindados, personal militar
y policial armado a áreas de salud que atendían
a manifestantes agredidos y heridos por la represión. Que quienes atendían a
esos heridos eran justamente estudiantes de medicina, enfermería, médicos y
trabajadores de la salud a quienes hoy quieren mostrarlo como “héroes”.
A este régimen miserable “se le olvida” que muchísimos dirigentes de
la salud aún están con juicios por paralización de servicios básicos, rebelión,
terrorismo y otras cosas más. De hecho, Joaquín Chaluisa, dirigente de la
OSUNTRAMSA sigue siendo un perseguido político
con dos causas penales en su contra.
El régimen “se olvida, que dejó en la calles a cerca de 2 mil
trabajadores de la salud que fueron separados de su trabajo. Igual suerte
corrieron miles de médicos de los distintos servicios del sistema de salud
nacional, sin embargo hoy, son héroes.
No nos dejemos engañar por el régimen. En las actuales
circunstancias los trabajadores de la salud hacen lo que han venido haciendo
durante todos estos años. Atendiendo sin insumos médicos, sin uniformes,
protección, en medio de inestabilidad laboral, muchos de ellos contratados vía
tercerización. Bajos sueldos. Horarias extensos y extenuantes; sin protocolos
adecuados de seguridad que les permita realizar su trabajo sin que tengan que
someterse al peligro del contagio.
A la fecha cerca de 30 miembros del sistema de salud del país están
contagiados de coronavirus. Y no es que se contaminaron por que sean héroes,
sino por la irresponsabilidad e inacción del gobierno. Es más, no olvidar las
palabras de Otto Sonnenholzner quién
señaló que trabajan y se comprometen con el país o se les sancionará inclusive
con la imposibilidad de que vuelvan a ejercer la carrera de medicina. Es más,
en la actualidad los directores de los hospitales y centros médicos amenazan
permanentemente a los trabajadores de la salud que si no se someten a los
horarios y exigencias laborales van a ser despedidos. No se diga de aquellos
como los encargados de la limpieza hospitalaria, trabajadores tercerizados
quienes laboran en condiciones de mucha vulnerabilidad.
Fácil sentencia de un
candidato y gobierno que está utilizando la crisis de salud como plataforma
electorera.
Si el régimen se
“compadece” del sistema de salud pública, que reintegre inmediatamente a todos
los médicos y trabajadores de la salud que ha venido despidiendo en su
ejercicio gubernamental. Que establezca políticas de seguridad y estabilidad
laboral; que suspenda el gasto en armamento, pago de la deuda externa e
invierta en los hospitales y la mejora salarial de los que hoy califica como
héroes.
Los trabajadores de la
salud hacen su trabajo por vocación, por solidaridad; porque sirven al pueblo
de todo corazón, pero también lo hacen porque son precisamente eso,
TRABAJADORES que se merecen respeto como todo trabajador del campo y la ciudad;
seguridad para realizar su trabajo, un salario justo y estabilidad laboral. No
nos vengan con eso de héroes porque son eufemismos que pretenden que su trabajo
sea llevado más allá de sus responsabilidades para justificar la
sobreexplotación a la que están siendo sometidos actualmente por el estado. Es
más, no podemos soslayar el hecho de que las últimas medidas del régimen impone
un “aporte” del 4 y 8% del salario a los trabajadores del sector público donde
gran porcentaje son exactamente éstos a los que por un lado reprime, le quita
su salario y explota y que por otro se llena la boca felicitando y declarándolos
como “héroes”.
¡SERVIR AL PUEBLO DE TODO CORAZÓN!
NO SOMOS HÉROES, SOMOS TRABAJADORES SOMETIDOS POR
UN ESTADO REPRESOR, EXPLOTADOR E INFEFICIENTE.
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