Utilizando el
COVID-19 como parapeto, el régimen comprador de Moreno, en estos últimos días, ha
activado los soportes legales que le facultan al viejo Estado burgués terrateniente
profundizar la reaccionarización de sus aparatos represivos (FFAA y Policía Nacional);
además, de la entrada en vigencia a de la mal llamada “Ley Humanitaria” que además
de precarizar más el trabajo de obreros y campesinos, entrega todas las herramientas
legales para que grande burgueses y grandes terratenientes sometan a obreros y
campesinos a una mayor explotación.
Se dio
paso al Acuerdo Ministerial 179 sobre el uso progresivo de la fuerza para las
FFAA en estado de emergencia y conmoción social. Es decir, ahora las FFAA,
aquellos que toda la vida han parasitado del viejo Estado, que se llevan en
hombros y en sacos el presupuesto nacional; los que no han escatimado en usar
la violencia más execrable contra las masas, contra el campesinado pobre,
contra los luchadores populares; aquellos que expulsaron a los mineros
artesanales de las minas de Buenos Aires para explotarlas a su favor, los que
permanentemente están comprometidos de pertenecer a las redes del narcotráfico;
los que manejan el contrabando de gasolina en las fronteras del norte y sur del
país; a los garroteros y sableadores del pueblo, pero, sobre todo, a los que
defienden y sustentan la presencia del imperialismo en nuestro territorio, al
viejo poder de gamonales y empresarios, les entregan la posibilidad de dirimir
entre la vida y la muerte de hombres y mujeres que se lanzan a las calles a
combatir al gobierno y al viejo Estado por sus políticas y medidas hambreadoras.
Ayer,
entró en vigencia la reforma al Artículo 30 del COIP que exime de
responsabilidades a guías penitenciarios o policías que cometan lesiones, daños
o muerte en el ejercicio de sus actividades.
Al igual
que las FFAA, los guías penitenciarios, aquellos que son los principales
introductores de celulares, armas, licor, drogas a los llamados centros de
rehabilitación social del país, les dan fuero de asesinos. A la policía, una de
las instituciones más podridas del viejo Estado, al igual que las FFAA, roban,
trafican., asesinan, reprimen, torturan, les dan la facultad de ser “gatillo
fácil” para que ahora, bajo amparo legal, sigan haciendo lo que han hecho desde
siempre.
Y como si
fuese poco, hoy entre en vigencia la mal llamada “Ley Humanitaria”, una verdadera
daga aguzada que corta la yugular de la economía popular; que cercena de un
solo tajo todos los derechos de los trabajadores adquiridos con grandes
jornadas de luchas emprendida desde hace más de un siglo y reconocidas por todas
las jurisprudencias de los países del mundo.
No hay
nada que hacer, este régimen se ha convertido en el cuchillo de la dictadura de
grandes burgueses y grandes terratenientes; en la puta sacrosanta de los EEUU y
en el verdugo de los campesinos pobres y demás masas de trabajadores del país.
Mientras
tanto, la izquierda miserable esta de campaña electoral; el oportunismo y
revisionismo danza, vive su jolgorio electorero. El régimen, esparce su cortina
de humo con los casos de corrupción que también los salpica; nos entretiene,
cualquier opio funciona, el COVID-19; la muerte del golero corrupto, la
telenovela de las ratas de los Bucaram; el intervencionismo del contralor Celi
al CNE, todo sirve con el propósito de distraer la atención de las masas.
Hay que redoblar
esfuerzos en la lucha. Hay que COMBATIR Y RESISTIR, está claro: LA REBELIÓN SE
JUSTIFICA, hay que preparar, desarrollar y profundizar nuevas jornadas de
lucha, es lo que le corresponde al campesinado pobre, a las masas de
trabajadores, al elemento consciente de la clase y del pueblo. Hay que hacer
sentir al gobierno que aherrojar a las masas a la campaña electoral no será su
salvación, mucho menos su escape al rendimiento de cuentas al que debe
someterse, porque solo el pueblo salva al pueblo, porque solo el pueblo castiga
a sus verdugos.
¡NI PERDÓN NI
OLVIDO PARA LOS VERDUGOS DEL PUEBLO!
¡COMBATIR Y
RESISITRI!
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