Un alud sepultó a varias familias en Alausí ocasionando la muerte de varias
personas.
Con anterioridad, pobladores de Alausí emitieron alertas de la
inestabilidad del terreno y sus posibles consecuencias. Entregaron oficios a la
alcaldía, prefectura y organismos estatales de monitoreo de siniestros y
catástrofes. Todos hicieron caso omiso. Ahora, la comunidad, llora sus muertos,
llora su desgracia.
A regañadientes y después de esgrimir varias escusas, Lasso asistió a
Alausí a “evaluar los estragos”.
Como no podía ser de otra manera, la comunidad dolida por no haber sido
atendida a tiempo; amargada por la pérdida de sus familiares rechazó la visita
del banquero, quién quiérase o no tiene responsabilidad por inacción u omisión.
La respuesta de sus perros no se hizo esperar, atacaron a los protestantes con
golpes y gas lacrimógeno.
Los familiares de las víctimas del desastre se quedaron en Alausí sin sus
seres queridos, con muchos muertos por enterrar, otras víctimas por encontrar;
con sus propiedades totalmente destruidas, pero también humilladas y reprimidas
por una policía criminal atenta a defender la integridad de un miserable
banquero cuya vida no tiene más peso que la pluma de un gallinazo.
¡Cuánto dolor para nuestro pueblo!, ¡cuánta miseria!, todo para sostener la
vanidad de un burgués comprador que además de corrupto, delincuente vinculado a
los carteles de la droga, ha devenido en asesino por omisión y complicidad.
El Frente de Defensa de las Luchas del Pueblo expresa toda su solidaridad
de clase a las masas de Alausí ante la crítica situación que atraviesan.
Al banquero, ¡ni perdón ni olvido!
¡ORGANIZAR, COMBATIR Y RESISTIR!
Comentarios
Publicar un comentario