Ante la
aparente “reorganización de la derecha”, el régimen fascista propone un nuevo
reordenamiento de las fuerzas progresista y de izquierda, vehículos que se
suponen permitirá “conquistar la segunda
y definitiva independencia”. Claro, hay que entender que a esta convocatoria
asiste gran parte del revisionismo (PCE),
del oportunismo manifiesto en algunas organizaciones indígena-campesinas
y otras agrupaciones populares sujetas del clientelismo.
Por otro
lado, el revisionismo que ha sido defenestrado políticamente por parte del
actual régimen y que por ahora ya no son sujetos electorales (MPD) arrecia
nuevamente con un nuevo nombre UNIDAD POPULAR, pero con la misma estructura e
ideario político servil a los intereses de la democracia burgués-terrateniente
y consiguientemente del imperialismo.
Hay un viejo
adagio que dice: la mona por más que se
vista de seda, mona queda. Es precisamente lo que pasa con el MPD. El
cambio de nombre no busca reformular sus mecanismos de lucha, sus propósitos,
por el contrario, pretende ser una respuesta emergente a las contradicciones
circunstanciales que tiene con el régimen de turno, pues volverá sobre los
fueros burocráticos, las elecciones burguesas, a traficar con los intereses,
necesidades y luchas de las masas, pero sobre todo, serán (al igual que el
revisionismo pro gobierno) el principal impedimento para que desatar la
revolución de nuevo tipo.
La historia
de la lucha de clases y en ella, la lucha en contra del revisionismo nos ha
enseñado que el revisionismo jamás ha podido emerger de sus crisis, de su
bancarrota, sin contar con la ayuda o el apoyo de la reacción. Esta ayuda le
viene desde distintos lados, uno de ellos es el “juego democrático” que
viabiliza la posibilidad de tan solo cambiar la razón social para seguir siendo
el mismo reducto del revisionismo más lacerante en filas de la clase y de la
organización popular. Y claro, la otra ayuda por ahora de la burguesía
compradora que ve en esta “izquierda” tontos útiles a su oposición
gubernamental.
Proletariado
y pueblo del Ecuador ¡ALERTAS!, no hay
que dejarse confundir, la UNIDAD de los sectores progresistas y de izquierda a
la que convoca el régimen fascista es un entrampamiento para seguir haciéndonos
creer que la reforma que vivimos ahora es una revolución. ¡PATRAÑAS!, no pasa
de ser sino la urgente restauración del capitalismo burocrático que vive la
mayor crisis de su historia.
Proletariado
y pueblo del Ecuador ¡ALERTAS! La UNIDAD POPULAR, no es otra cosa que el
revisionismo con otro nombre, es la misma unidad de aquellos que trafican con
tus luchas con otro ropaje. Son los mismos que han colaborado con regímenes
reaccionarios como el de Lucio Gutiérrez. Son los mismos que ayudaron a
levantar el actual proyecto fascista de Alianza País pero que fueron dejados de
lado en el reparto de la troncha y hoy juegan a ser oposición.
El
proletariado y el pueblo deben generar sus propias organizaciones, ajenas total
y absolutamente a cualquier vía que nos mantenga en el camino burocrático, que
es el camino burgués-terrateniente, el de las elecciones burguesas, el del
constitucionalismo burgués-terrateniente.
INDEPENDENCIA
DE CLASE y propias formas de lucha. Es lo que hay que fomentar, generar,
desarrollar y sostener, sin ese elemento manifiesto en la ideología del
proletariado, hoy marxismo-leninismo-maoísmo, nada avanzaremos, por el
contrario, seguiremos creando las condiciones para que “muertos vivientes” como
el MPD, el PCE, socialistas, troskistas, anarquistas sigan engañando y
dispersando a la clase y a las masas.
Abajo los tirapedras del MPD!
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