Luchar por un alza general de
salarios significa luchar por elevar el salario real de toda la clase obrera, e
incluso de todos los trabajadores, luchar por rebajar el hambre y la miseria, y
mejorar las condiciones de vida de los asalariados, a cuenta de rebajar la
cuota de ganancia que se embolsa toda la burguesía también en medio de la
crisis económica. UOC
Los trabajadores, al no contar con medios de producción
y al estar separados de éstos, cuentan únicamente con su fuerza de trabajo para
poder garantizar su más elemental subsistencia. Dicha fuerza de trabajo la
burguesía la convirtió en mercancía, en esa medida, el precio de esa mercancía
está sujeto de algunas variables, entre ellas, la oferta y la demanda, las
políticas laborales, económicas del gobierno y desde luego, los niéveles de
organización que tiene la clase obrera.
Hoy
en el Ecuador los trabajadores asalariados asistimos a ver cómo el régimen, las cámaras de la
producción, los representantes de la banca, empresarios, es decir, las clases
dominantes han emprendido con una serie de reuniones, discusiones, foros, etc.,
etc., que tratan sobre cuánto debería ser el incremento al salario básico
unificado (SBU).
Los
rasgos de estas charlas y estudios podríamos simplificarlos en:
·
Las tratativas sobre el nuevo salario se hacen entre
miembros del régimen y empresarios (eventualmente con la participación de
dirigentes de las centrales sindicales entregadas a la burguesía y al gobierno)
·
El impacto que dicho incremento pueda tener en la
economía; dicho de otra manera, en la incidencia que tenga en la tasa de
ganancia del burgués y en el urgente reacomodo al gasto corriente que le urge
al régimenfascista.
La
demanda de mano de obra en el país ha sufrido una fuerte retracción en el 2015.
En lo que va de diciembre la tasa de desempleo está en el 5,2% y de subempleo
en el 54%. Al respecto es importante analizar que ésta crisis del empleo en el
país no responde a un fenómeno “coyuntural” como lo sostiene el gobierno
(relación con baja del precio delpetróleo),en realidad se trata de un problema
estructural:bancarrota del imperialismo y crisis del capitalismo burocrático en
el país y que los intentos que ha realizado la burguesía burocrática por
sacarlo a flote ha sido infructuoso.
A
nivel del sector público el gobierno recibió en el 2104 USD 1400 millones por
concepto de ingresos petroleros. En este año a duras penas llegó a los USD 200
millones lo que determina mayor restricción en gasto público, obras, etc., y
con ellas de la posibilidad de coberturar la mano de obra desocupada. Es decir,
seguimos siendo un país cuya economía es
extractivista, importadora, que no ha desarrollado sus fuerzas productivas y
depende de la capacidad de cooptar
dólares por esa vía, primaria. Al no ingresar dólares porque la estructura
económica no tiene la capacidad de generar otro tipo de ingresos deviene en
crisis y ésta afecta o descansa sobre las grandes mayorías y se muestra de
manera sostenida en el desempleo, subempleo y bajos salarios.
¿Qué
ha hecho el régimen para superar estas dificultades? Disminuir el gasto
corriente reduciendo dramáticamente el personal en el sector público, en unos
casos, en otros, eliminar la figura del nombramiento
que establece entre otras cosas homologación salarial, estabilidad, para dar
paso a la “contratación por servicios” que genera estabilidad tan solo de 1-2
años y sin posibilidad de que se renueve el contrato.
Todas
esta masa de trabajadores desocupados a la que se le incorporó más de 200 mil
jóvenes que no pudieron ingresar a las universidades públicas no les queda otra
alternativita que dar un paso a la informalidad, al trabajo circunstancial,
eventual…más ahora que la gran burguesía -a pesar de haber reducido también su
plantilla de trabajadores- puede contratar mano de obra calificada más barata y
las actividades suplementarias en la producción las cubre con la oferta de
fuerza de trabajo informal, no regularizada, con inmigrantes cubanos, venezolanos,
colombianos, haitianos y peruanos quetermina vendiendo su fuerza de trabajo por
debajo del salario básico unificado que siempre va a ser “ganancia” en sus
países respecto del cambio de moneda, sobre todo con Colombia; y ganancia extra
para los empresarios del país que siempre buscan extraerle mayor plusvalor al
trabajador y mejor aún, si sobre él no tienen responsabilidades legales como
seguridad social, sobresueldos, etc.,.
Si
al gobierno desde la perspectiva laboral le importa un pepino el incremento del
desempleo y subempleo (le llaman “empleo inadecuado”, que en buen romance
significan más de 3,5 millones de trabajadores con salarios por debajo del
mínimo que establece la ley), hay que entender que a la burguesía le importa
menos todavía, a la final su actividad es de lucro, no tiene ninguna naturaleza
de servicio social.
Abordar
el tema del empelo, subempleo y desempleo es crucial el momentode analizar el tema
salarial ya que al considerar las razones por las cuales ha crecido estos
fenómenos socialesencontramos también el porqué el sostenimiento de salarios de
hambre y miseria, el porqué las masas están dispuestas a vender su fuerza de
trabajo por salarios aún por debajo de los estipulados por el gobierno y el
porqué al gobierno y a los empresarios les conviene mantener esos salarios.
La
canasta básica en el país ya superó los USD 675. El salario básico unificado a
la fecha es de 354 dólares. De ese salario hay que quitar la aportación que
hace el trabajador al seguro (IESS, 9.35%), posteriormente el 12% del IVA
cuando adquiere bienes de uso y consumo; impuesto a la renta, impuestos verdes,
etc. Según estudios de la Facultad de Economía de la Universidad Central, la
carga fiscal que opera sobre el trabajador ecuatoriano se lleva aproximadamente
el 50% de sus ingresos. Bajo esta lacerante realidad nos vamos a dar cuenta que
el salario sufre una contracción tremenda.
Para
clarificar este último dato, un trabajador en el Ecuador debería trabajar 73
días laborables (aproximadamente 3 meses y medio,) para el Estado sólo para
pagar las cargas fiscales (impuestos) y el sobrante utilizarlo en medio de la
especulación de precisos y la creciente inflación menguando su capacidad de
compra a un 50%.
Y
esto es importante considerar ya que de manera reiterativa el gobierno vomitade
manera mofa que el salario básico en el Ecuador está entre los más altos de
América latina, y lo que no dice es que la capacidad adquisitiva de ese salario
está por debajo de la capacidad de compra que tienen salarios de la subregión
que manejanmoneda propia. No dice que el actual salario compra menos que los
salarios de hace pocos años.Marx supo definir de manera brillante este tema, el problema no descansa en la cualidad
dela cantidad de dinero, sino de la cantidad de mercancía comprada a cambio de
ella.
Lo
que tampoco dice el fascista (Rafael Correa) es que el trabajador tiene pocas
alternativas de trabajo formal, estabilidad, y que ha sido sumido a la más
abyecta obediencia a la patronal privada o estatal.
Mientras
a los trabajadores explotados y oprimidos se les realizan alzas salariales de
miseria, la renta de los empresarios en el país oscila entre los 300-400% (en
relación a Colombia donde se manejan rentabilidades en el orden del 30%). No es
gratuito que los grandes comerciantes hayan incrementado su patrimonio de
manera impresionante a pesar de las salvaguardias, y que la banca en estos
últimos años de la “revolución ciudadana“ha
tenido mayor crecimiento en inversión y utilidades.
Pero
veamos otro aspecto que gira en torno al problema salarial. El desmantelamiento
de la organización sindical en manos del régimen, sus lacayos y del
revisionismo de oposición; las dificultades de acceder al derecho a la huelga o
de manifestarse ante el desgobierno, su política laboral, salarial, etc.,
también se evidencia en salarios bajos. Podríamos decir que es en el nivel de salarios donde se refleja
también el nivel de organización de los trabajadores.
Es
ahí donde podemos encontrar una de las razones de la desmovilización ideológica
y organizativa de los trabajadores. Sin sindicatos, o con sindicatos
estabulados a la democracia burgués-terrateniente vía nuevo Código Integral
Penal, régimen coercitivo, punitivo, carcelario y policial que constriñe o
anula constitucionalmente a la organización de los trabajadores, termina por
garantizar al gobierno y gran burguesía extraer
mayor plusvalor al trabajador vía régimen laboral-salarial explotador
sin que tenga, de parte del obrero, la capacidad de respuesta apropiada.
La
prensa burguesa del 14 de diciembre del año en curso señala los distintos
juicios que tiene que afrontar un manifestante que se pronuncie en contra de
las medidas anti obreras por parte del régimen: ataque y resistencia,
paralización de los servicios públicos, incitación a la discordia, posesión de
armas (no importa si es un palo, una piedra, etc.) daño a bien ajeno, deshonra
a la policía, intento de asesinato a la policía, asociación ilícita, rebelión,
subversión, sabotaje, terrorismo (basta utilizar pirotecnia como voladores,
resonadores, etc., para que sea considerado acto de terrorismo)…y la lista
sigue. Las penas obviamente son fuertes, jóvenes acusados de sabotaje por
lanzar piedras contra instituciones públicas sancionados con penas de 5-7 años
y adicionalmente con condenas pecuniarias.
Desde
luego que el régimen habla de que ha otorgado libertad a los trabajadores para
realizar huelgas, paros. Obviamente, bajo normas bien claras o establecidas:
pedir permiso a autoridades competentes para realizar la manifestación (si es
aprobada, en buena hora) donde se establece punto de reunión, ruta de la
marcha, objetivos, lugar de llegada, etc. Hacerlo fuera de horario laboral
(pasadas las 16:30), no interrumpir la vía pública, tener “escolta” policial,
no emitir “falsos testimonios en contra de las autoridades públicas, no
utilizar capuchas o cubrirse la cara, no realizar pintas en las paredes de la
ciudad, etc., en verdad todo menos una marcha por derechos, mucho más próxima a
una caminata de amigos a los que al finaldel camino no les harán caso alguno,
les cerrarán el paso en cualquier calle, no permitirán que lleguen a su objetivo,
menos si es la plaza de la Independencia u otros lugares que representan al
estado en las diferentes ciudades del país y hasta ahí llegaron las cosas. Y,
si por alguna convocatoria de mayor cobertura las masas se plantean superar los
límites legales que delimitan la marcha, el régimen realiza contra marchas de
apoyo con movilización, cantos, bailes y militarización de respaldo estimulando
la estrategia fujimorista de
contraponer masas contra masas.
Entonces
¿qué le queda a la clase obrera y masas explotadas y constreñidas por el
régimen fascista?, ¡rebelarse!, es el camino. Pero para rebelarse y conquistar
sus derechos –entre otros, salario digno- debe combatir a quienes lo constriñen
desde la dirigencia de sus organizaciones, perder el miedo y combatir al
régimen en todos los planos, con todos los medios, sobre todo con la
movilización popular.
Ante
lo expuestocoincidimos plenamente con los comunistas de Colombia cuando
manifiestan que “Los trabajadores
asalariados no deben esperanzarse en la farsante negociación del salario mínimo
y mucho menos apoyarla, porque allí todos son enemigos de la clase obrera: los
empresarios y el gobierno representan los intereses de los explotadores, y los
jefes vende-obreros tampoco representan a los trabajadores porque son secuaces
sumisos y cómplices de los patrones y el gobierno; porque el aumento del
salario real se conquista por la fuerza de la lucha del movimiento obrero, no a
través de la concertación con los explotadores, ni mucho menos de rodillas ante
la OIT, institución de bolsillo de los imperialistas que imponen la rebaja del
salario a nivel mundial”(Revolución
Obrera 443)
Si
la clase obrera sigue asistiendo a la convocatoria del revisionismo y del
oportunismo para tratar el incremento general de sus salarios desde ya está
perdida.
Ya
lo ha dicho la empresa privada, para ellos el incremento oscila entre el “2% como mínimo y el 8% como máximo”.
Desde luego, los empresarios dicen que no será sino del 4,62% y el gobierno se
apura a hablar de 12-14 dólares, constituyéndose de por sí en una bofetada para
la economía popular, pues es un hecho
que con esos miserables incrementos el trabajador ya no puede reproducir su
fuerza de trabajo, que la economía popular debe sumar esfuerzos familiares conjuntos
para poder saturar los gastos que demanda la canasta básica.
Preparemos
la movilización de los trabajadores por una alza salarial generalizada, que se
ajuste a los requerimientos de los trabajadores por recuperar su fuerza de
trabajo y mejorar sus niveles de vida. No breguemos por un salario justo porque
la naturaleza intrínseca del salario es injusta, es la explotación del obrero;
pero sí de un salario digno que permita mejorar las condiciones de vida del
obrero y su familia.
No
cometamos el mismo error de cederle espacio a que sea la dirigencia corrupta,
entregada, oportunista, la que negocie con la gran burguesía y el gobierno
nuestros salarios. Que sea el trabajador en las calles el que conquiste un
salario digno y que responda a sus expectativas de vida.
¡VAMOS
A BREGAR POR UN SALARIO DIGNO Y EL ALZA GENERALIZADA DE SALARIOS!
¡NO
PERMITIR QUE LA DIRIGENCIA REVISIONISTA Y OPORTUNISTA NEGOCIE LOS SALARIOS DE
LOS TRABAJADORES!
QUE
EL ALZA SALARIAL SEA CORRELATIVA AL PRECIO DE LA CANASTA BÁSICA
¡LA
REBELIÓN SE JUSTIFICA!
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