Estos
últimos días el pueblo del Ecuador ha tenido que confrontar varios escenarios. Además
de los escándalos por corrupción de funcionarios del régimen, de la militarización de Morona Santiago con
la consiguiente campaña represiva que ha comprometido ametrallamiento de zonas
de selva desde helicópteros, cercos envolventes sobre las comunidades indígenas
de la Amazonía (Morona Santiago) para amedrentar a la población; allanamientos
masivos, apresamiento de varios
dirigentes de la comunidad Shuar de Nankints, el régimen, como si nada, ha
decretado el alza salarial en 9 dólares.
¡Cuánta
infamia! ¡Cuánta estupidez! ¡Cuánto descaro!
Una
vez más el régimen descarga sobre los hombros de los trabajadores explotados
del país la crisis del viejo estado. El gobierno,
lejos de comprimir los niveles de ganancia que tienen los detentores de poder,
la gran burguesía y los grandes terratenientes, ha decretado el alza salarial
para el 2017 en USD 9, perjudicando a los trabajadores de manera directa, pues
dicho incremento salarial no se compadece con los verdaderos índices de
inflación que están en el orden del 5%, y con él, el incremento de la canasta
básica que ya supera los 700 dólares.
Las
autoridades gubernamentales han manifestado que el incremento salarial está
ajustado a la inflación promedio en el año (2,3%), -a decir de ellos-, no
obstante los empresarios plantearon que el incremento sea de USD 6.
De
todas formas el ministro de trabajo, Leonardo Barrezueta, señaló en su cuenta
de twitter que “Alcanzamos
un consenso histórico entre trabajadores y empleadores para fijar el Salario
Básico Unificado (SBU) del 2017”, lo que no dijo el ministro es que en la supuesta representación
de los trabajadores estuvieron Oswaldo Chica y Lilian Durán, miembros de la
Central Unitaria de Trabajadores (CUT) creada por el régimen y que recicló en
su seno a los elementos más pútridos, conciliadores y traidores de la
dirigencia sindical, y que obviamente, no representa sino a un puñado de sindicatos
que cayeron obnubilados por la tramoya del socialismo del siglo XXI y la tal
revolución ciudadana.
El
argumento “consensuado con la dirigencia de los trabajadores” y los
empresarios, se supone responde al momento, la crisis, la imposibilidad de que el alza sea mayor
porque el efecto inmediato sería el despido masivo de trabajadores en el sector
privado y con ello el incremento de la
tasa de desempleados.
Es decir, los trabajadores estamos condenados a que nuestros
niveles de vida se depriman cada vez más, ya sea en momentos de bonanza fiscal,
de altas ganancias para los empresarios privados o, por el contrario, en
momentos de crisis como la actual. Siempre, quién pone la cuota de sacrificio,
es la clase obrera y el campesinado pobre. Definitivamente, ese salario de
miseria va a pauperizar más aún los niveles de vida del pueblo. Todo esto en
medio de una creciente tasa de desempleo o, la disminución –legal- de la
jornada de trabajo y con ella del salario.
Desde luego que las condiciones de vida material de nuestro
pueblo están al límite. Pero ese es un
aspecto de la coyuntura, pero hay el otro, y es que las masas ya se
cansaron de la verborrea revolucionaria del régimen, de su mamotreto de
revolución ciudadana y se manifiestan en la movilización y lucha popular.
A pesar de que la dirigencia oportunista de la Conaie no ha
asumido políticamente la lucha del pueblo Shuar por la tierra, muchas
comunidades indígenas se han levantado en protesta ante la represión estatal en
Morona Santiago, tanto así que hace pocos días, en la comunidad de Sarayaku, Pastaza,
11 militares fueron retenidos por la comunidad por violentar su territorio,
acción que le costó al representante del gobierno en la provincia su puesto.
Hoy que las masas ya no temen al régimen fascista, que se ha
perdido el miedo; hoy que se está fortaleciendo los niveles de organización y
respuesta de las masas, de los trabajadores, que los niveles de lucha se han
cualificado a tal nivel de que si la respuesta por parte de las masas debe ser
violenta, será violenta, hay que salir a las calles a conquistar un salario que
elementalmente responda a la necesitad que tienen los trabajadores de contar
con un salario que posibilite reproducir la fuerza de trabajo.
MIENTRAS
EL RÉGIMEN CORPORATIVISTA DE ALIANZA PAÍS SE PUDRE EN CORRUPCIÓN, LAS MASAS SE
MUEREN DE HAMBRE.
¡NO AL
MISERABLE INCREMENTO SALARIAL!
¡POR
UN SALARIO QUE PERMITA LA REPRODUCCIÓN
DE LA FUERZA
DE TRABAJO!
CONDENA
TOTAL A LA FALSA DIRIGENCIA DE LOS TRABAJADORES REPRESENTADA POR LA CUT
GOBIERNISTA Y LA CUT OPORTUNISTA
–REVISIONISTA DE OPOSICIÓN.
LAS
CONQUISTAS SALARIALES, POLÍTICAS, SE LAS GANA EN LA CALLE, LUCHANDO, NO EN LA
MESA DE NEGOCIACIONES.
Sus artículos son una espada afilada para desenmascarar el socialismo del siglo XXI, un castillo de naipes que se cae por momentos.
ResponderEliminarSaludos rojos