NI PERDÓN NI OLVIDO PARA LOS VERDUGOS DEL PUEBLO



Sin lugar a dudas este es el levantamiento popular más combativo, más significativo que se ha dado en el país en los últimos 50 años.

El régimen se tambalea. Está débil, va de tumbo en tumbo. Ahora ha decretado el estado de emergencia en toda la capital. Miles de soldados y policías se han lanzado a la calles a tratar de neutralizar al mar de masas que combate al régimen y a sus huestes asesinas.

Se han hecho acciones de importancia. Se mantiene el asedio al palacio presidencial, a la Asamblea. Se incendió la Contraloría del Estado. Se ha golpeado con contundencia a los medios de prensa más recalcitrantes y reaccionarios del país.

En las provincias la lucha crece. En El Cañar, masas se tomaron la gobernación y la destruyeron. Hay bloqueos en todas partes, las masas luchan. Cuanta dignidad y determinación.
El régimen está atacando a las masas con helicópteros que descargan fluidos irritantes, tanquetas, vehículos blindados, porta tropas y armas con munición letal.

Los muertos se están multiplicando cada momento. ¡El pueblo resiste!

El gobierno le ha declarado la guerra a las masas. Sigue con su tramoya propia de las operaciones psicológicas militares, quiere e insiste en simplificar que la violencia viene del correismo, de los latin king´s, de los narcotraficantes. También se centra en que la movilización es de indígenas, no más.

En esta rebelión popular está comprometido todo el pueblo, proletarios, campesinos pobres, estudiantes conscientes, en definitiva, el común de las masas que se siente agredida con las medidas económicas y con la campaña represiva sin antecedentes en el país.


Hay que atizar la rebelión popular con violencia revolucionaria. Hay que hacer lo que se viene haciendo, desarrollar más acciones de violencia, hay que quitarle la iniciativa al enemigo. Hay que marcar los principios de la guerra, ellos combaten a su manera, nosotros a la nuestra.

La campaña de desinformación es tremenda, el mundo poco o nada conoce de lo que se está viviendo en el país. La solidaridad del proletariado internacional, de los pueblos oprimidos del mundo debe hacerse presente, debe mostrarse de manera clara, objetiva. Las luchas del proletariado y pueblo del Ecuador son parte de las luchas que emprende el proletariado y demás masas pobres y oprimidas en el mundo. Hay que entender esto, los hitos de lucha que están escribiéndose con sangre del pueblo, aquí, ahora, son la marca que deja el proletariado, el campesinado pobre en ese tránsito a la revolución de Nueva Democracia y el Socialismo.

Una vez más, estaremos atentos a que esta sangre vertida, este esfuerzo vital del pueblo no sea traficado por la dirigencia revisionista en la mesa de diálogos que ha abierto el gobierno.

¡LA REBELIÓN SE JUSTIFICA AQUÍ, Y AHORA!

¡A DESARROLLAR MÁS ACCIONES DE VIOLENCIA REVOLUCIONARIA!

¡NI PERDÓN NI OLVIDO PARA LOS VERDUGOS DEL PUEBLO!






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