Hoy, el
gobierno del entreguista y represivo de Moreno tiene muchísima responsabilidad
en la nada eficiente respuesta del sistema de salud pública ante la crisis
generada por la pandemia del coronavirus.
Haber
desmantelado hospitales, reducido el personal médico, trabajadores de la salud
y menguar notablemente el presupuesto al sistema de salud para priorizar gastos
en compra de armamento y demás implementos hoy le pasa factura al pueblo.
Hoy el
sinvergüenza (Lenin Moreno) y el alcalde de Quito toman medidas que benefician
a la gran burguesía, a la clase media y en alguna medida a la pequeña burguesía;
el resto, ¡al cadalso!
¿Los
dueños de medios de producción?, a buen recaudo, en sus mansiones, en sus
propiedades. Muchos emigran a sus haciendas, verdaderos fortines.
Adicionalmente pueden acceder a exámenes para detectar el coronavirus, a la
final, ellos pueden pagar 250-300 dólares en el sector privado (clínicas y
laboratorios, recién a partir del día de hoy se estableció que el pago de este
examen es de 120 dólares) quienes viven su agosto en medio de la crisis. Las
masas deben tener síntomas graves, avanzados, para ser remitidos al sistema de salud
pública donde tienen que ponerse a la cola. Muchos reproducirán la pandemia por
no recibir diagnóstico y atención oportuna.
Burócratas
y demás, a la casa. Trabajadores del campo y la ciudad, aquellos que trabajan
en la cadena alimenticia, ellos deben cumplir con sus jornales, hoy se dan
cuenta que los trabajadores son los que generan la riqueza, la producción en el
país, sin embargo el régimen no encuentra la fórmula para protegerlos.
No se
diga de los trabajadores informales. Hay 2 millones de ecuatorianos que viven
con un dólar al día y hoy no tienen cómo salir a buscarlo. Algunos morirán de
coronavirus, más la mayoría de desnutrición, de hambre. La cuarentena devino en
un privilegio de algunas clases. Los demás, los desposeídos, los trabajadores,
seguirán expuestos y sometidos a mayor explotación pues es evidente que la
productividad tiene que elevarse de manera importante para paliar la crisis.
Los dueños de las tierras y de las empresas venderán más, obviamente, ganarán
más. Los trabajadores serán sometidos a mayor presión y jornada laboral con el
mismo salario de miseria, pero además, expuestos a contaminarse. Eso hace la
diferencia.
Muchos de
los pequeños y medianos productores del campo y la ciudad tienen préstamos
bancarios. Los que ahora suministran alimentos desde el campo, o desde los
mercados mayoristas tienen que seguir trabajando, pues los banqueros no definen
posiciones claras en relación a créditos y cobro de cuotas e intereses.
De hecho,
el miserable de Fidel Egas, Gerente del Banco del Pichincha sostiene que “no es
momento de cerrar operaciones”, es decir, nada de no cobrar impuestos, lo que
estos mezquinos señalan es que se puede “pensar” en una refinanciación, más no
una amnistía de impuestos, igual a la que les otorgó Moreno: 4.200 millones de
dólares.
Por otro
lado Moreno, de manera sinvergüenza manifiesta que los “trabajadores de la
salud son unos héroes”; payaso miserable, en octubre los persiguió, los
reprimió, de hecho, mandó a la desocupación a aproximadamente 2 mil
trabajadores. No harto se envileció y los ha perseguido judicialmente, los
dirigentes tienen juicios por rebelión, terrorismo, paralización de servicios
públicos, y otras causas más.
¿Qué hacer?
1. Condonación de impuestos durante el tiempo que dure cuarentena y crisis a
microcréditos; moratoria de pago de capital a pequeños y medianos campesinos,
emprendedores y productores.
2. Inmediata reincorporación de trabajadores y médicos del
sistema de salud pública que fueron despedidos hace algunos meses.
3. Suspender compra de material de guerra destinado a fuerza
armadas y policía; recursos direccionarlos a áreas de salud.
4. Garantizar la movilidad de los trabajadores. Incorporar a las
unidades de transporte vehículos de las FFAA, policía y demás del sector
público (municipal) con servicio gratuito y que ofrezca garantías de seguridad
en términos de salubridad.
5. Establecer líneas de crédito sin intereses a trabajadores del
sector informal.
6. Eliminación de aranceles a productos e insumos médicos; así
como también a productos de primera necesidad.
7. Sólo en la ciudad de Quito viven 6400 personas en las calles.
Tanto en la capital como en el resto del país, estas personas deben ser trasladadas
a los cuarteles donde hay que crear campamentos de acogida para dotarles de
alojamiento y alimentación. Que los militares asuman alguna responsabilidad
ante la crisis y dejen de ser parásitos del presupuesto nacional.
8. Castigar con severidad a los especuladores.
9. Cobro de 4.200 millones de dólares condonados a grandes
empresarios, terratenientes y banca e incorporar a presupuesto de la salud. No decretar
medidas económicas antipopulares que agudicen la crisis social.
1. NO PAGO DE LA DEUDA EXTERNA.
1. Que los empresarios, terratenientes y aquellos que manejan
las grandes cadenas alimenticias que van a vender más en esta etapa paguen
obligatoriamente a sus trabajadores y transportistas de alimentos bonos
equivalentes a un salario básico por trabajar en las actuales condiciones.
Hay otros
aspectos que no podemos ni debemos olvidar jamás. La banca y los especuladores
no deben, no pueden ser olvidados jamás. Deberán pagar con creces la manera
cómo parasitan de las masas, la forma cómo se aprovechan del dolor del pueblo
para enriquecerse.
HAY CRISIS, SÍ, PERO DE NINGUNA MANERA ÉSTA
ESTÁ POR ENCIMA DE LA LUCHA DE CLASES.
HAY QUE EXIGIR AL RÉGIMEN QUE ATIENDA DE MANERA
PRIORITARIA A PERSONAS EN ESTADO DE VULNERABILIDAD Y SOBRE TODO A LOS
TRABAJADORES QUIENES CARGAN EN SUS HOMBROS LA PRODUCCIÓN EN ESTE MOMENTO.
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