El día de ayer, la Asamblea aprobó la
llamada Ley Humanitaria planteada por el régimen hambreador, mentiroso,
entreguista y represor de Moreno.
Sin miramiento alguno, el gobierno hiende
un filudo y corroído puñal a los trabajadores del campo y la ciudad aprobando
una reforma laboral que generará una mayor precarización del trabajo y una super
explotación de obreros y campesinos pobres.
Mucho antes de la crisis arrogada a la pandemia,
el régimen ya venía golpeando y metiéndole la mano al bolsillo de los
trabajadores. Hoy, con el pretexto de flexibilizar las relaciones laborales y
“activar al sector productivo” emite una ley cuyas consecuencias serán nefastas
para los trabajadores porque sus salarios serán reducidos dramáticamente;
porque serán obligados a entregar el mismo volumen de trabajo, pero recibirán a
cambio un salario que no llegará al 50%
del salario básico.
De igual manera, esta ley le permite a la
burguesía y a los terratenientes, disponer de la jornada de trabajo al libre
albedrío; es decir, ajustar o mover los horarios conforme las necesidades
coyunturales del mercado; contratación por horas, eliminar vacaciones e
irrespetar los días de descanso de los trabajadores, conquistas que fueron
logradas después de largas e históricas jornadas de lucha.
Como ya lo hemos manifestado en
anteriores pronunciamientos, NO NOS DEJEMOS ENGAÑAR, ESTA MEDIDA NO RESPONDE A
LAS ACTUALES CIRCUNSTANCIAS DE EMERGENCIA SANITARIA, DESDE HACE AÑOS LAS CÁMARAS
DE LA PRODUCCIÓN VENÍAN PLANTEANDO QUE SE REALICEN ESTOS CAMBIOS EN LAS LEYES
LABORALES, no obstante, hoy, como buitres, aprovechan del escenario para
aprobar una ley que va a precarizar el trabajo, que profundiza la explotación
laboral y que enviará a la desocupación a cientos de miles de trabajadores del
campo de la ciudad.
Durante todo este tiempo, el viejo Estado
y en él, el gobierno, ha hecho lo que le ha dado la gana. Nos ha recluido
forzosamente. Con las FFAA, la policía nacional y municipal asalta y reprime en
las calles a los comerciantes pobres; ha aprovechado las condiciones de
conmoción social para llevarse en costales el dinero producto de los
sobreprecios en la compra de insumos hospitalarios; ha emitido permanentemente
leyes emergentes para reducirnos el salario, para obligarnos a hacer aportes
bajo la figura de las “contribuciones”. Tanto los personeros gubernamentales como
todos los partidos políticos se han aprovechado de la pandemia para hacer
campaña electoral, y ahora, nos clavan una ley que manda al carajo las
ilusiones y esfuerzos de las masas por sobrevivir en medio de toda esta grave
situación.
Trabajadores del campo y de la ciudad,
masas explotadas, no bastan los plantones como forma de lucha. Si bien en
cierto en un momento determinado nos ha dado ciertos resultados, es importante tomar
la iniciativa y pasar a formas de lucha más decididas y combativas.
Vamos a romper el cerco y el estado de
emergencia que por cierto fue alargado precisamente el día de ayer que la
Asamblea aprobó la ley. El miserable lo hizo no por controlar la pandemia sino
para tenernos en las casas sin capacidad de respuesta mientras desata sus
desafueros, leyes y campaña contra el pueblo.
Es el
momento de salir a las calles con vehemencia, con rebeldía, con decisión. Es el
momento de paralizar el campo, la producción y dar respuestas contundentes para
detener al gobierno. Hoy nos clavan esta ley; mañana elimina los subsidios a los
combustibles y los sueños de perro flaco que tenía el régimen desde sus inicios
se habrán hecho realidad.
¡LA REBELIÓN SE
JUSTIFICA, AQUÍ, Y AHORA!
¡NI PERDÓN, NI
OLVIDO PARA LOS VERDUGOS DEL PUEBLO!
¡SOLO CON LUCHA
SE CONQUISTAN LIBERTADES Y DERECHOS!
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