La comandante general de la
policía, general Tannya Varela, realizó una visita “sorpresa” a la parroquia de
La Merced de Buenos Aires, Imbabura.
Es por demás obvio que las
contradicciones en esta parroquia se han agudizado. El Viejo Estado
burocrático-terrateniente y sus representantes parroquiales, cantonales y provinciales;
aparatos represivos, grupos de paramilitares disfrazados en empresas de seguridad;
delatores, traidores y algunos grupos de latifundistas y oportunistas que creen que se van a
enriquecer con la presencia de la empresa minera Hanrine, (subsidiaria en
Ecuador de la australiana Hancock), planifican acciones para contrarrestar la soberana
decisión de las masas de exigir la salida de la empresa minera de sus tierras.
Los niveles de lucha que han
desplegado las masas poco a poco se van cualificando. Agitación y propaganda;
campañas de información sobre los nefastos impactos que va a tener la presencia
de la gran industria minera en el medio ambiente; campañas contra el desalojo
de tierras, bloqueo de carreteras y la quema (agosto del 2020) del campamento
de la minera Hanrine en la comunidad Santa Lucía, Buenos Aires, dan cuenta de
que la brega de los campesinos tiene una proyección impresionante, y, que en el
marco de esta democracia, no parará hasta la expulsión de las empresas mineras
y la democratización de la tierra; es decir, que la tierra otorgada a la
explotación minera sea redistribuida a sus verdaderos dueños; los campesinos
pobres de la parroquia.
La presencia del alto mando
policial, a decir de Varela, busca hacer un diagnóstico que le permita mejorar
y optimizar la presencia policial en la región. En definitiva, lo que pretenden
es atemorizar a los comuneros y campesinos; contrarrestar la organización que
ha sido potenciada política e ideológicamente y, desde luego, neutralizar a los
dirigentes. Quieren conjurar la justa rebelión del pueblo en contra de las
empresas mineras y del viejo Estado, cómplices de la intervención depredadora
de quienes históricamente han saqueado los recursos naturales del país.
Se viene la persecución de
dirigentes; se viene un proceso de represión selectiva. Mayor inteligencia
policial; presencia de grupos especializados de la policía y dinamizar procesos
judiciales en contra de las masas luchadoras.
¿Qué hacer?; ¡mejorar los niveles
de organización! ¡Mejorar los niveles y formas de dar respuesta a la presencia
policial, militar, paramilitar y de la empresa minera!
Si creen que con la presencia y
represión policial/ militar van a atemorizar a las masas, pues bien, ¡no lo van
a conseguir!. Hay una sola forma de solucionar esta contradicción que existe en
Buenos Aires, con la salida de la empresa minera y la democratización de la
tierra.
¡NO A LA PRESENCIA DEL ALTO MANDO POLICIAL EN BUENOS AIRES!
¡VAMOS A COMBATIR Y A RESISTIR!
¡FUERA EMPRESA HANRINE DE BUENOS AIRES!
¡DEMOCRATIZACIÓN DE LAS TIERRAS ENTREGADAS A EMPRESA MINERA!
¡LA TIERRA PARA EL QUE LA TRABAJA!
¡LA REBELIÓN SE JUSTIFICA!
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