¡Proletarios de todos los países, uníos!
El Presidente
Mao Tsetung nació el 26 de diciembre de 1893, durante una vida cabal y
completamente dedicado al servicio del pueblo, a las masas más hondas y
profundas, fue el protagonista principal, Jefe reconocido de la revolución
China y devino jefe de la revolución proletaria mundial. Fundo el Partido
Comunista de China y el Ejército Rojo de obreros y campesinos del pueblo chino,
estableció el camino de cercar las ciudades desde el campo, desarrolló la
guerra popular y con ella la teoría militar del proletariado. Como teórico de
la Nueva Democracia fundó la República Popular, fue el principal gestor del
Gran Salto Adelante e impulsó el desarrollo del socialismo. El Presidente Mao
fue el dirigente de la lucha contra el revisionismo contemporáneo de Jruschov y
sus secuaces. Dirigió la Gran Revolución Cultural Proletaria, conquistando el
hito más alto hasta ahora en la lucha por el comunismo. En todo ese inmenso
proceso, en medio de la lucha de clases y la lucha de dos líneas, desarrolló
cualitativamente las tres partes integrantes del marxismo como unidad – la
filosofía marxista, la economía política marxista y el socialismo científico –
a un nivel superior y la ideología del proletariado dio el salto al
marxismo-leninismo-maoísmo.
Cuando hoy
celebramos el natalicio del Presidente Mao, como siempre, lo hacemos con las
guerras populares en la India, Turquía, Filipinas y el Perú, con la
constitución o reconstitución de partidos comunistas comprometidos
decididamente en preparar y desarrollar guerra popular; lo hacemos en guerra
contra los usurpadores revisionistas que luego de su muerte restauró la
dictadura burguesa en China, sabiendo que esos miserables jamás conocerá paz y
que el proletariado y pueblo chino conquistará de nuevo el Poder y batirán a
sangre y fuego el social-imperialismo. Saludamos como se está forjando una
nueva generación de maoístas en China que potencia la resistencia de los que allí
nunca han capitulado y somos seguros que, codo a codo con el proletariado
internacional, van a reconstituir el glorioso Partido fundado por el Presidente
Mao.
La misión del
Presidente Mao fue el comunismo y por lo tanto no podemos celebrar su natalicio
en forma digna sin ver cómo está avanzando la lucha por aquel.
LA REBELIÓN SE
JUSTIFICA
Más que nunca
la sociedad humana necesita la revolución social con una dirección ideológica
que mantenga un justo y correcto rumbo para poder avanzar. El sistema
imperialista mundial está en contradicción absoluta al progreso y el
desarrollo. No tiene nada más que ofrecer que genocidio, guerra y el más vil
explotación y opresión al beneficio de un puñado de chupa-sangres que viven en
una abundancia y decadencia que hacen los emperadores romanos parecer como
ascetas.
Los pueblos y
naciones oprimidas del mundo sistemáticamente han sido sometidas a una mayor
opresión y agresión por parte de las potencias imperialistas. La desigualdad en
el mundo ahora está a mismo nivel que al comienzo del siglo pasado, es decir
los más que cien años no han significado más libertad y progreso sino solo a
conservar e incluso profundizar y ampliar la opresión y explotación de las
muchedumbres. Los 10% al tope de la pirámide social posee más que la mitad de
toda la riqueza y los 50% abajo, es decir las mayorías, poseen a lo máximo 2%,
y cada vez más pierden lo poco que tienen. En los países oprimidos como, por
ejemplo, México, donde 10% de la población concentra 79% de la riqueza en sus
manos mientras que, según los datos oficiales, alrededor de la mitad de la
población vive en completa pobreza. Hay más hambre, más miseria, más explotación
y opresión. 800 millones de personas en el mundo sufren hambre o no saben si
tendrá que comer el próximo día, de ellos 267 millones en América Latina y el
Caribe – eso es aproximadamente 40% de la población total de esta región. Esos
son datos oficiales de las instituciones del imperialismo, y podíamos seguir
casi infinitamente de dar ejemplos. En la crisis económica mundial, que en lo
fundamental es una crisis de sobre-producción que se veía venir hace años, cual
los ganapanes y los serviles al viejo orden pretender cubrir con la
pan-epidemia de COVID-19, empeora drásticamente la situación de los más abajo,
como demuestra el hecho que el año pasado más que 100 millones de niños
ampliaron las filas de los pobres. La pan-epidemia es tan cínicamente usada por
los imperialistas y reaccionarios en todo el mundo, apoyados como siempre por
el revisionismo y el oportunismo, que no solamente con ello se lleva acabo un
genocidio mundial, principalmente contra los pueblos oprimidos, sino para
atacar los derechos y conquistas del proletariado y pueblo en todos los países,
a nombre de políticas de combate a la “crisis derivada de la epidemia”,
atacando los más fundamentales derechos demo-liberales donde puedan, imponiendo
Estado de Emergencia y aniquilando cientos de millones de empresas pequeñas,
existencias pequeño burgueses, concentrando y centralizando más el capital en
beneficio a los grandes monopolios a los cuales han echado billones de las
arcas del Estado bajo el pretexto de salvar la economía e impulsarla para
generar “empleos y renta” a las masas . Igualmente usan los cambios climáticos
para despojar a millones de campesinos a un lado y al otro para “modernizar”
sus Estados y “transformar” sus economías para su lucha ínter-imperialista.
También en los países imperialistas el proletariado y pueblo está sufriendo las
consecuencias del crisis imperialista, con despedidos masivos y cortes del
salario, aumento de la jornada de trabajo y empeoramientos de las condiciones
de trabajo no solamente las capas inferiores del proletariado sino también los
medianos y superiores están golpeadas – en un país como Alemania los sueldos de
los obreros mejores pagados han sido reducidos con 1,4%. Todo eso en medio de
una crisis mundial de la democracia burguesa. Eso es lo que nos traen los
señores del viejo orden imperialista.
Al
proletariado internacional y los pueblos oprimidos nos tocan acabar con ellos,
romper las cadenas, derrumbar los muros y conquistar las cumbres. Son ellos o
nosotros, ya basta de este infierno: ¡Asaltar los cielos! Eso el Orden del Día.
COMBATIR LA
OSCURIDAD CON LA ANTORCHA ESTREMECEDORA DEL MAOÍSMO
Los
imperialistas y sus lacayos en todas partes promueven idealismo y metafísica,
propagan el oscurantismo religioso y otras formas del más perverso
oscurantismo, para nublar las mentes de las masas y cegarlas. Ya sea fomentando
en colusión y pugna la expansión masiva de las sectas evangelistas, la
constante propaganda de la iglesia católica o el fundamentalismo islamita, todo
sirve para desviar la lucha de los pueblos, a dividir la resistencia contra el
imperialismo y para combatir la influencia de los comunistas. A eso también
sirve en particular la difusión del llamado “pos-modernismo”, cual con sus
innumerables teorías – “relativismo”, “la verdad de cada uno” “análisis del
discurso”, “critica pos-colonial”, “teoría de género”, “critical whiteness”,
para solamente nombrar unas pocas – supuestamente “progresistas y radicales”,
firmemente sentadas en los puestos de comando en las universidades y los
principales institutos de lava-cerebro y prensa reaccionarias y los partidos
oportunistas forman parte sustancial de la ofensiva contrarrevolucionaria
general dirigida por el imperialismo yanqui en colusión y pugna con las demás
potencias imperialista, la reacción mundial y el revisionismo, que apunta
contra el marxismo, el socialismo, la dictadura del proletariado, la violencia
revolucionaria y pretende negar la necesidad insustituible de la dirección del
proletariado en la revolución, sea esta democrática o socialista, a través del
Partido Comunista. El revisionismo y el oportunismo de todo tipo, como han
hecho desde los tiempos de Bernstein, pretende usar esas “novedades” burguesas,
para combatir el marxismo; así es que toman el cuento sobre “el noble indio” –
que no es más que la otra cara de la moneda de la teoría colonial inglesa sobre
“the White Mans burden” (“la carga del hombre blanco”) – difundido por las
“ONGs” de las instituciones imperialistas, glorificando el gamonalismo y
negando la existencia de clases en el campo, con el objetivo de negar la
existencia del campesinado pobre, y por lo tanto la existencia de la
semi-feudalidad, para plantear “revolución socialista” en los países oprimidos,
repicando la vieja tesis trotskista, entretanto predican cretinismo
parlamentario y oportunismo electorero.
A los
comunistas y revolucionarios nos corresponde enarbolar, defender y aplicar el
marxismo-leninismo-maoísmo, la única y verdadera ideología del proletariado
internacional, para derrotar y aplastar esos engendros y maquinaciones del
imperialismo y de sus lacayos reaccionarios y revisionistas. La oscuridad se
combate con la luz, el idealismo con el materialismo dialéctico. El
marxismo-leninismo-maoísmo siempre se ha abierto paso con la lucha contra la
ideología burguesa y todas las posiciones reaccionarias y la situación hoy no
es diferente. Para derrotar la ofensiva contrarrevolucionaria general es
indispensable una lucha a muerte contra el revisionismo y el oportunismo, que
significa que debemos impulsar poderosamente la campaña mundial por el maoísmo
para que sea el único mando y guía de la revolución proletaria mundial. En
todos los idiomas, en todos los continentes y todos los países, es necesario
que nos aferramos en la ideología proletaria, rechazando la ideología burguesa
en todas sus expresiones y con la antorcha del marxismo-leninismo-maoísmo
iluminar el camino del proletariado y pueblo.
ACABEMOS CON
LA EXPLOTACIÓN Y OPRESIÓN CON VIOLENCIA REVOLUCIONARIA EN CADA RINCÓN DEL MUNDO
El Presidente
Mao nos enseñó ser partidarios de la omnipotencia de la guerra revoluciona y
eso somos los maoístas. El imperialismo es un monstruo armado desde cabeza al
pie con el arsenal más horrendo que se ha visto en la historia. Desata sus
guerras de agresión contra los pueblos en todo el mundo y afilan sus cuchillos
para una nueva guerra mundial por el reparto del botín: las naciones y pueblos
oprimidos. Toda nueva tecnología lo pervierte en un arma contra los pueblos,
pretende aplicar un control absoluto de la población mundial con un aparato de
vigilancia ante la cual la Gestapo solamente podían haber soñado. Pero el arma
más poderosa en el mundo es la ideología proletaria encarnada en las masas. Los
mercenarios del imperialismo luchan por defender un sistema caduco, sin otra
perspectiva más que prolongar su agonía, su moral es el mezquino interés de
arrancarse algún beneficio personal y nada más, representan una fuerza
obsoleta, anacrónica. Los pueblos tienen una creatividad y genialidad con la
cual, guiados por el marxismo-leninismo-maoismo, encuentra y genera, en medio
de la lucha, las soluciones históricamente necesarias y saben que la violencia
revolucionaria, la violencia justa y necesaria, es la que da luz a cada
sociedad nueva.
Las masas
están prestas a combatir, quieren acabar con el viejo orden, pero non
comprenden por si solas como poner abajo el viejo orden y construir el nuevo.
Es deber de los comunistas ver lo que quieren las masas, asumir como
corresponde nuestro papel de vanguardia proletaria y encabezar, dirigir, sus
luchas contra los opresores y explotadores empuñando con firmeza la violencia
revolucionaria y el combate implacable e inseparable al oportunismo, la guerra
revolucionaria, que es guerra popular como forma principal de lucha en el mundo.
Sin guerra revolucionaria no hay revolución democrática ni socialista, por lo
tanto los Partidos Comunistas deben forjarse como máquinas de combate. El
Partido Comunista existe para hacer y defender la revolución, garantizando su
rumbo en el camino, con revoluciones culturales, hasta el comunismo. No cabe
Partidos Comunistas que se pudran en los corales de chanchos que son los
parlamentos de los viejos Estados; los que se ilusionan que existe la
posibilidad de una gradual y pacífica “acumulación de fuerzas” en país alguno,
olvidando toda la experiencia del proletariado internacional y de los pueblos
del mundo, llevan las masas a ser masacradas y, quieran lo o no, traicionan la
revolución proletaria mundial. La “legalidad” burguesa es una trampa mortal sí los
comunistas confían en alguna forma en aquella, esta experiencia hemos aprendido
pagando una cuota de sangre sin sentido, al costo de la vida de millones de
comunistas y revolucionarios.
Debemos
desechar nos de todas ilusiones. El imperialismo es un coloso con pies de
barro, un tigre de papel, hay que lanzarnos a la lucha enarbolando al tope la
bandera de la invencible guerra popular.
APLICAR EL
MAOÍSMO PARA SOLUCIONAR PROBLEMAS NUEVOS
No hay un
problema social que no puede solucionar el hombre. A nuevos problemas
encontraremos las soluciones, al servicio del proletariado internacional y los
pueblos del mundo, mientras más aplicamos los principios del
marxismo-leninismo-maoísmo. Así, los problemas políticos, económicos,
organizativos y militares, que afrontamos en el transcurso de la lucha de
clases, podemos solucionar correctamente en sí partimos en todo de la posición,
concepción del mundo del proletariado. Debemos tener convicción absoluta en la
fuerza del marxismo-leninismo-maoísmo, ideología todopoderosa por verdadera y
verdadera por científica.
El problema de
los Partidos Comunistas no es recrear un pasado histórico sino escribir nuevos
capítulos en la epopeya de la transformación revolucionaria del presente para
conquistar el futuro. Tenemos un glorioso pasado, con triunfos gigantescos,
pero también de reveces y derrotas. Hay que aprender bien de aquello, pero
sabiendo que jamás se va a repetir en la misma forma, porque el avance de la
materia es de lo inferior a lo superior y no meramente circular. Por eso
nuestra historia es arma, de ella extraemos una ley general para el proceso del
partido, que todo alejamiento del marxismo-leninismo-maoísmo lleva a desbarrancarse
por la senda del revisionismo y cambiar el carácter del partido y, en ese caso,
lo que corresponde es retomar el marxismo-leninismo-maoísmo y aplicarlo de la
forma más pura en medio de la lucha de dos líneas en el partido y la lucha de
clases de las masas para reconstituirlo como partido de nuevo tipo
marxista-leninista-maoísta.
Cada Partido
Comunista – en el caso que no existe en un país, los que están luchando por su
constitución o reconstitución – debe aplicar el marxismo-leninismo-maoísmo a
las condiciones concretas, especificas, de su revolución, sea esta democrática
o socialista, en forma creadora, dentro del contexto general de la revolución
proletaria mundial. Solamente así se puede juzgar y determinar correcta y
precisamente el momento actual de lucha y por tanto las formas de lucha y
organización adecuadas. Conservatismo y clichés no sirve para nada, el sentido
de nuestra labor no es persistir por el caso de persistir sino avanzar a
conquistar nuestros objetivos.
LA SANGRE
DERRAMADA NOS CONVOCA A COMBATIR
El año
trascurrido varios importantes y destacados dirigentes y cuadros de los
Partidos Comunistas que dirigen las guerras populares en Turquía y India han
caído en combate o asesinados por las fuerzas de la reacción. En la Filipinas
el camarada Ka Oris fue vilmente asesinado por las hordas del verdugo Duterte.
En el Perú el Presidente Gonzalo, resistiendo 29 años en la cárcel aislado
total y completamente entregó su vida y su nombre quedó inscrito entre el de
los titanes de nuestra clase. En Brasil ha fallecido importantes dirigentes y
cuadros comunistas y en el Ecuador el dirigente maoista Camarada Joselo. En
Europa falleció el veterano dirigente comunista el gallego Camarada Martín
Naya. En todo el mundo comunistas, combatientes revolucionarios y masas alzados
en rebelión han entregado su preciosa sangre por la causa del comunismo. Nos
toca recordarlos, aprender de sus ejemplos y transformar el dolor en fuerza
alzando al tope nuestras banderas rojas con la hoz y el martillo en su honor.
Que los
comunistas funden su sangre con lo de las masas, que valiosamente entregan sus
vidas, es muestra de su condición. Mientras los parásitos, vende-obreros y
traficantes, oportunistas y revisionistas, viven bien acomodados al viejo
orden, los marxistas-leninistas-maoístas, los mejores hijos del pueblo,
demuestran que siempre están en las primeras filas de la lucha, que están en la
primera línea de fuego.
Nuestros
camaradas y compañeros caídos vivirán siempre en nosotros, la sangre derramada
de comunistas, combatientes revolucionarios y masas, no ahoga la revolución
sino la riega. Solo los que no tengan fe en las masas pueden deprimirse.
Nosotros seguimos la voz de mando del Presidente Mao: enterramos nuestros
muertos y seguimos combatiendo.
CON LA LUCHA
SE FORJA LA UNIDAD
Desde que Marx
nos enseñó que el proletariado unido será invencible y lanzó el lema inmutable
de los comunistas – ¡Proletarios de todos los países, uníos! –
hemos luchado por nuestra unidad internacional. Una lucha inseparable de la por
nuestra meta final a tal grado que el Presidente Mao lo sintetizo palmariamente
en la frase inmortal “el internacionalismo es el espíritu del comunismo”.
Todo sabemos que alcanzar y mantener la unidad no es fácil, ni siquiera lo es
en un Partido y menos aún dentro el Movimiento Comunista Internacional (MCI);
demanda lucha de dos líneas en base de los principios, bien manejada, en medio
de la lucha entre revolución y contrarrevolución, ambas armadas, y la forja de
una dirección con ascendencia y autoridad reconocida. Eso no cae del cielo.
Pero por eso estamos forjados los comunistas, por la lucha, para solucionar
problemas y encontrar el camino por adelante. Si la revolución será se fuera
una empresa fácil nadie necesitaría a nosotros.
Hoy estamos en
buenas condiciones para avanzar en la unidad del MCI.
Tras la
restauración capitalista en China, los comunistas quedamos desperdigados por el
mundo sin centro ni base de la revolución mundial. La reacción desencadenó una
ofensiva contrarrevolucionaria general dirigida por el imperialismo yanqui. El
maoísmo no era aceptado por varios Partidos. En dura lucha contra la
capitulación, contra el revisionismo avakianista, prachandista, de las ratas de
la línea oportunista de derecha (LOD) en el Perú y otros revisionistas,
enfrentando graves problemas como la traición en el Nepal, el recodo en la
guerra popular en el Perú y la liquidación del MRI en manos del avakianismo;
los comunistas persistieron en la guerra popular en el Perú, la India, Turquía
y las Filipinas y nuevas guerras populares vienen en preparación. En la última
década se comienza a superar la dispersión, todos los Partidos de más
influencia aceptan el marxismo-leninismo-maoísmo y surgen nuevos Partidos y
Organizaciones en países donde por muchos años no existían tales. La ofensiva
contrarrevolucionaria general está tocando su fin y la ofensiva revolucionaria
avanza.
Ahora estamos
al comienzo de los años veinte del siglo veintiuno, en todos los continentes
están avanzando las fuerzas comunistas, particularmente con un poderoso impulso
en América Latina, florecen nuevas fuerzas maoístas en lugares como Irlanda y
el Estado Español, la coordinación entre los Partidos y Organizaciones han
alcanzado alturas más altas que en los mejores momentos del MRI, nuevas guerras
populares están por iniciarse y en todo el mundo avanza el proceso de reconstitución
de los Partidos Comunistas. En concreto: estamos mucho más unidos hoy que en
las últimas décadas, el revisionismo está en profunda crisis (dentro de su
bancarrota general) y las condiciones objetivas son excelentes para un poderoso
avance de la revolución proletaria mundial, cuya base está en la crisis de
descomposición sin precedentes del imperialismo que se viene y la explosividad
de las masas que se estallan por todo el mundo, prenunciando que se está
entrando la historia mundial a un nuevo periodo de tormentas y tempestades
sociales, de revoluciones.
Las
condiciones están maduras para la Conferencia Internacional Maoísta Unificada,
así como están también las condiciones para que nazca una Nueva Organización
Internacional del Proletariado. Sobre la base del marxismo-leninismo-maoísmo,
la lucha implacable contra el revisionismo y sirviendo la revolución proletaria
mundial, enarbolando la bandera de la invencible guerra popular, podemos y
debemos unirnos. Los que firmamos la presente declaración nos comprometemos
solemnemente a servir a este fin, redoblando nuestros esfuerzos y superar
cualquier dificultad que se presente en el camino.
Celebrando el
natalicio del Presidente Mao, nos reafirmamos en nuestro juramento de luchar
incansablemente para imponer el marxismo-leninismo-maoísmo como único mando y
guía de la revolución proletaria mundial. Ser marxista hoy es ser
marxista-leninista-maoísta.
¡LA REBELIÓN
SE JUSTIFICA!
¡UNIRSE BAJO
EL MAOÍSMO!
El MLM principalmente maoísmo Pensamiento Gonzalo retumba en las montañas, valles, ciudades, en los cañones más profundos donde habita el proletariado dispuestos a dar la marcha con guerra popular hasta el Comunismo. Los partidos militarizados MLM Pensamiento Gonzalo son bocas de fuego donde cuyas llamas de guerra calcinará toda esta porqueria junto con el inmundo revisionismo. El Pensamiento Gonzalo es pensamiento filosófico politico de guerra popular, convertiremos la tierra burguesa en un infierno donde las llamas comunistas los consumara malditos serán barridos de la faz de la tierra esa será el carácter de guerra popular maoísta y no de otra manera lo contrario estaríamos por el sendero del revisionismo y eso jamás sucederá somos rojos antes que expertos.
ResponderEliminarGloria eterna al Presidente Mao!!!
Tomado de Combatir y Resistir.