La crisis del viejo Estado se acrecienta, sigue descomponiéndose, se pudre,
y el esfuerzo que debe hacer la gran burguesía y los grandes terratenientes
para mediosalvarla requiere de todas las
manos, de todos los esfuerzos que puedan entregarle el imperialismo y el
revisionismo.
La burguesía compradora y la burguesía burocrática pugna y colude. La
tendencia, hasta antes de este gobierno era la pugna. ahora coluden. Lasso, en
sus cansinas ruedas de prensa acaba de dar cuenta de que tenía un pacto con
Pachakutik y la Izquierda Democrática, que solo se debilitó en la no aprobación
de la espuria ley de oportunidades. Lasso y el correísmo se muestra renovado
con la liberación de Glas. Correístas y social cristianos, otro pacto por
encima de la muerte.
Pero veamos, donde más han coludido los burgueses burócratas y compradoras
es en haber “correizado” la lucha de clases, de pretender mostrar que en el
país solo hay una contradicción,
correístas-no correístas, es precisamente ahí donde anida, políticamente, uno
de los principales problemas a enfrentar, a buscar mecanismos para romper este
entrampamiento que tiene a las masas aherrojadas a una lucha que no les
pertenece.
Mientras vivimos ese circo, el régimen del banquero no puede ni quiere
controlar las cárceles, la violencia en las calles, el narcotráfico, el
desempleo, el precio de los combustibles (super, 4,66 dólares por galón);
tampoco a la Asamblea, se le va de las manos y dice no necesitarla; obvio,
tiene alianzas hasta con el diablo.
A la par, y soterradamente, el gobierno manipula al Ministerio de Trabajo
para lanzar ofensiva contra sindicatos que plantean la lucha contra el régimen
y el Estado sin tregua. Se quieren devorar la Osuntramsa, Emelnorte, saben que
tienen que neutralizar a como dé lugar a estos gremios combativos para allanar
su camino a la privatización de las empresas y servicios del sector público.
Como si nada, como si se tratase de algo normal (normosis), los EEUU manipulan
la justicia ecuatoriana con solo negar la visa a una persona; es decir, impiden
su ingreso al país y la fiscal y todo el aparato jurisdiccional del país va a
la cacería punitiva de aquellos que no aceptados por el imperialismo, de ahí
que defienden a muerte a la fiscal, es más, acaban de nombrar ministro y
gobierno al carnicero de octubre (2019) (aseveración señalada por el mismo
Carrillo) por encima de las decisiones políticas que se supone debe y tener
soberanamente el gobierno y el país.
Como si fuese poco intervienen directamente en la llamada lucha contra las
drogas y el crimen organizado; capacitan en el manejo de centros carcelarios y
despliegan campañas de “asistencia social” sin desestimar que “asesoran” en la
lucha contra la corrupción. La gran burguesía profundiza nuestra condición de
semicolonia, yanqui, principalmente.
Los militares embarrados de corrupción hasta el tuétano. Dinamitaron el
radar en la costa ecuatoriana para favorecer al narcotráfico internacional;
tienen alianzas con las bandas delincuenciales. Don Naza, prontuario
delincuente que robó los ahorros -al puro estilo banquero- a miles de
ecuatorianos, resultó ser socio de los militares y por último, terminó
ejecutado por éstos para silenciarlo.
Policías corruptos, en asocio con bandas de delincuentes se roban 3 mil
kilos de droga almacenada para ser incinerada. En fin, una serie de hechos que
dejan ver la bancarrota del viejo estado.
La dirigencia del movimiento indígena/campesino hasta ahora no sale del
chuchaqui del festejo que se metieron por la amnistía, no conquistada en lucha,
en las calles, sino como parte de las negociaciones con el gobierno y su
representante en la Asamblea, Llori, de Pachakutik.
Lasso camina firme al fascismo. Ofrece incrementar en 30 mil policías a la
fuerza pública, e incrementar personal en las FFAA. En el país es más fácil
entrar a la policía, guardia de cárcel o a las FFAA que a la universidad o al
colegio. Incrementa represivos, mientras que a la par despide médicos,
trabajadores de la salud, o dice no haber presupuesto para el incremento
salarial de los maestros.
Fortalece el aparato represivo y utiliza la violencia de las bandas
criminales que terminan siendo funcionales parta tener a las masas
constreñidas, asustadas. Corporativiza al movimiento sindical, campesino e
indígena. No necesita refrescar sus cuadros para hacerlo, utilizada a las
momias del movimiento sindical como Tatamuéz, Erazo, la rata de Atarihuana y
otros. Al movimiento indígena lo tiene en el bolsillo, Marlon Santi, Tibán,
Llori, Quishpe, Pérez, y así una larga lista de miserables que le hacen el
juego al banquero para tener a las bases desmovilizadas; y, por último, dice
que no necesita de la asamblea para gobernar, soslaya a las instituciones
“democráticas”, elimina derechos demoliberales, es decir, tiene a su haber todas
las condiciones de un fascista.
Ah, pero los dogmáticos dirán, ¡no puede haber fascismo si no es un país capitalista
desarrollado!; que el fascismo es la expresión (como sostenía Dimitrov) de la
burguesía financiera; ¿pero es que acaso el Banquero no es la expresión
condensada del interés de clase que tiene el sector financiero del país (gran
burguesía)?, ahora mismo Lasso rechaza, desaprueba y de hecho niega la
Asambleas, y el terror, pues bien, canaliza el que genera las bandas
delincuenciales, íntimamente ligadas a los grupos del Poder y a la
institucionalidad manejada por el gobierno. Hay que entender, en el país la
delincuencia tiene una característica propia, ¡está burocrátizada!
Pasó con Febres Cordero y su alianza con Toral Zalamea; Bucaram y los
“pepudos” y demás sicarios, Correa con los Latin King, Lasso se corona:
Choneros, Lobos, Tiguerones, etc., estas bandas terminan siendo parte de la estructura
burocrática del viejo Estado; además, el resto de represivos aupados en las
FFAA y Policía que aparentan ineptitud para controlar a las bandas, son
componentes de éstas, las dirigen, las asisten, las armas, les entregan
información, coparticipan de sus réditos, etc., pero eso sí, no se cansan y son
muy prolijos para definir estrategias de neutralización al elemento consciente
de la clase y del pueblo.
Dimitrov, señala el PCP en uno de sus documentos, indica que el fascismo no
es igual en todas partes, “tiene formas concretas según las condiciones en que
se desenvuelve y el grado de la revolución, y puede convivir con el parlamento
algún tiempo”. Así ha sido acá en el país, mientras le funcionó la Asamblea,
convivió con ella, porque ahí aupó a los traidores del levantamiento de octubre
de 2019, rebelión que reflejó el estado de ánimo revolucionario de las masas y
que hábilmente fue capitalizado por Pachakutik para apropiarse de la Asamblea y
servir a los propósitos del viejo estado y del régimen.
No debemos permitir que nos sigan distrayendo con sus contradicciones, con
sus propósitos. El gobierno no puede seguir utilizando la vacunación masiva contra
la Covid 19 mientras entrega cada vez más el país a las transnacionales.
Debemos romper la sinergia que quiere imprimir el revisionismo y el
revisionismo a la actividad política del país de cara al nuevo proceso
electoral. Atrás de todo el sainete montado por el régimen hay tres propósitos,
conjurar el descontento popular, aprobar leyes totalmente regresivas en
derechos laborales y fortalecer sus ínfulas fascistas.
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