VIVA LA MUJER TRABAJADORA, OPRIMIDA, EXPLOTADA, PERO REBELDE Y COMPROMETIDA CON LA REVOLUCIÓN

 

Conmemoramos el día de la mujer trabajadora, explotada, oprimida; pero rebelde, revolucionario, que brega junto al hombre por la transformación revolucionaria de la sociedad.

El proceso de emancipación de la mujer no puede estar por fuera de la revolución, de la destrucción de todas las cadenas y condiciones que la colocan en una posición de discriminación y explotación.

En esta brega por la emancipación, muchas mujeres asumen sus responsabilidades de cara a la revolución con objetividad y madurez; lo entregan todo, hasta sus vidas. Otros, sucumben ante la mejor tentación del feminismo burgués, del entrampamiento de la gran burguesía que les abre las puertas a la vieja institucionalidad del viejo estado burgués-terrateniente; no pocas se quedan relegadas, como guarichas, serviles al camino burocrático, el del electorerismo, el de la pequeña burguesía, tapiñadas en un discurso revolucionario, pero en esencia, unas víboras dispuestas a petardear el único camino digno de ser transitado, no solo por las mujeres, sino por las distintas nacionalidades, grupos étnicos y todos aquellos sectores excluidos por la sociedad semifeudal y semicolonial.

¿Qué somos un país patriarcal?, no, eso quedó en el pasado, hace siglos. Esas formas de explotación evolucionaron a nuevas formas, más elaboradas, que anidan no solo en la estructura económica del país, sino en los escenarios más elementales, propios de la semifeudalidad que constriñe, no solo el desarrollo y participación en la vida económica, y   política del país, sino que mira con desprecio todo aquello que no está alineado con sus intereses de clase.

Hoy, al conmemorar un aniversario más del día de la mujer trabajadora, explotada, pero rebelde, saludamos a las obreras, campesinas, trabajadoras del hogar, a las putas de la calle, a las estudiantes, a todas aquellas que han asumido para sí la responsabilidad de cargar sobre sus hombros la otra mitad del cielo para enterrar todo vestigio de la vieja sociedad y construir la Nueva Democracia, tránsito ininterrumpido al socialismo.

Igualmente, expresamos profundo odio de clase a aquellas traidoras que decidirán, al igual que la Malinche, la Tibán, la Atamaint, la Rojas, y aquellas dirigentes sindicales que decidirán pesarse del lado de la patronal, del lado de los enemigos de las mujeres y hombres trabajadores que entregan íntegramente sus vidas a la noble causa de la revolución.

 

¡VIVA LA MUJER TRABAJADORA, EXPLOTADA, OPRIMIDA, PERO REVOLUCIONARIA Y DIGNA!

¡LA VERDADERA EMANCIPACIÓN DE LA MUJER EXPLOTADA Y OPRIMIDA SOLO SERÁ POSIBLE EN EL CURSO DE LA REVOLUCIÓN BAJO DIRECCIÓN DEL PROLETARIADO!


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