El Instituto Ecuatoriano de
Seguridad Social (IESS), pertenece a los afiliados, a nosotros, la clase
trabajadora, quienes entregamos cada mes las pensiones, con el objetivo de
tener acceso a la salud, jubilación digna, adquisición de créditos, entre otros
derechos y beneficios.
El IESS aborda requerimientos de
atención médica de los afiliados; desempleo, cesantía, riesgos de trabajo,
seguro de pensiones, BIESS; pero cada uno de ellos ha sufrido desfalcos y
terribles administraciones por los gobiernos de turno, tomándose «prestado»
arbitrariamente el dinero de los afiliados o canjeando sus fondos con bonos del
Estado, los cuales no han sido cancelados. Es así que, al IESS, se le conoce
como “la caja chica de los gobiernos de turno”. A la fecha, la deuda del Estado
con el IESS bordea los 3 mil millones de dólares, además, los empleadores al no
cancelar los aportes tienen deudas con el IESS que sobrepasan los 2 mil
millones de dólares.
En torno a la gestión
administrativa de los recursos del IESS hay un sinnúmero de problemas. La
institución cuenta con bienes inmuebles y muebles sub utilizados, abandonados y
su mantenimiento se convierte en una carga para los afiliados. En otros
aspectos, los recursos económicos se despilfarran en corrupción, siendo más
palpable en el seguro de salud, estos actos devienen principalmente por medio
de las compras públicas con sobreprecios de medicinas, insumos, compra de
equipos, ambulancias, hospitales y otros.
Se suma el hecho de que el IESS,
en la práctica, se encuentra privatizado, de cierta forma, pues a los pacientes
los derivan a clínicas privadas y por la atención son pagadas mediante facturas
con precios estrepitosos, es decir, los gobiernos han permitido el desfalco
mediante el pago de facturas con sobreprecio y no han potenciado sus hospitales
del Seguro, con el objetivo de seguir con ese modus operandi de enriquecimiento
a costa de los afiliados.
Si el Estado capitalista
burocrático ha evitado pagar las deudas al IESS, también una parte de los
empleadores, muchos trabajadores deben laborar sin que los patrones los
aseguren, en otros casos, las contribuciones son menores a lo que corresponde
sus salarios, de esta forma perjudicando al IESS y a los afiliados.
El representante de los afiliados
en el directorio del IESS Richard Gómez, quien más allá de ser tramitador en el
Ministerio de Trabajo, “bailar al son que le toquen” y hacer una que otra
declaración ambigua sobre el IESS, no representa los verdaderos intereses de
los afiliados, es decir, no existe una voz en el directorio del IESS que haya
sido elegido democráticamente y vele por los derechos.
Las deudas, corrupción e inoperancia
en la administración, acarreó una crisis institucional, los jóvenes trabajadores
no tienen la menor intención de asegurarse porque no ven beneficios. No existen
políticas del Estado que verifiquen la afiliación de los trabajadores, hay un
alto número de trabajos informales que no se encuentran asegurados y cifras
elevadas de desempleo que agudizan aún más esta crisis.
Propuesta de la Burguesía compradora y del imperialismo “gringo”
La burguesía burocrática de
Correa desfalcó y privatizó parcialmente al IESS, ahora, la burguesía
compradora. Lasso en medio de su cobardía, descrédito y debilitó, no tiene
agallas para plantear directamente una propuesta de recuperación de la
seguridad social; siguiendo el modelo de administración explotadora, ha
dispuesto a una comisión de “iluminados” dirigidos por Augusto de la Torre, para
que efectúen una propuesta de reformas al IESS en perjuicio de los afiliados.
La comisión ha dejado de lado las
opiniones de los afiliados, el sentir de los trabajadores y de los pequeños
emprendedores. Todo lo contrario, la
comisión se sentó a escuchar las direcciones del Banco Interamericano de
Desarrollo y del Banco Mundial, entonces, hincaron sus rodillas al imperialismo
“gringo”.
La burguesía compradora miente, en
su retórica manifiesta que no se incrementa el porcentaje del aporte y que no
se merman los derechos de los jubilados. Pero ese discurso es más que
contradictorio, puesto que se incrementan las aportaciones de 30 a 35 años para
la jubilación. Actualmente, para jubilarse, se debe contribuir al IESS por 30
años, con la edad mínima de 60 años, pero no se toma en consideración el nivel de
desempleo, subempleo y al no existir estabilidad laboral sería imposible jubilarse
a los 60 años de edad.
El sistema de seguridad social es
tripartito, compuesto por trabajadores, empleadores y Estado, ha sido un
derecho que hemos conseguido mediante la lucha, de esta forma el Estado debe
entregar al IESS el 40% de las aportaciones, pero en la propuesta de Lasso determina
que el Estado no debería exceder del valor del 3% del PIB para los aportes del
IESS, es decir, se quiere legalizar la no contribución del Estado.
Para la jubilación se hace un
promedio de los 5 últimos años de aportación, la comisión en contraposición plantea
que sea el promedio de todos los años de aporte. Ese cálculo perjudicaría a los
futuros jubilados, que se les promediará valores bajos, principalmente, de los
primeros años de trabajo, disminuyendo sus pensiones jubilares drásticamente.
Las relaciones
laborales y las aportaciones
Gobiernos de distinta data han
desplegado sendas campañas por desprestigiar al IESS. Falta de médicos,
insumos, medicinas, problemas con las citas; en fin, los usuarios debemos
recorrer un verdadero viacrucis para ser atendidos. ¿Todo este escenario es gratuito?,
¡no!, definitivamente, es creado, de tal manera que se genere, con respecto a
la opinión pública, la idea de que el IESS no funciona, que la administración
debe ser privada, ya que, desde el Estado y la gestión combinada, no funciona.
Es decir, se allana el camino a la total privatización.
¿Qué hay cada vez menos
aportantes?, ¡desde luego!; porque en el país hay cada vez menos trabajadores,
porque los índices de desocupados crecen dramáticamente. Por otro lado, la
precarización del trabajo, también coadyuva a la crisis del IESS.
Empleadores, empresarios,
burgueses en general, contratan cada vez menos trabajadores, y los que tienen,
están vinculados bajo relaciones salariales ilegales o aquellas que tienen
paraguas legal.
Hay contratación por obra, por
horas, al destajo, sobre todo, en el campo. Hay otra modalidad legal,
prestación de servicios y prestación de servicios profesionales. El trabajador
factura, el burgués no paga seguridad social, vacaciones, beneficios de ley. Ha
habido contracción en derechos laborales a tal nivel que, sin irnos más allá de
lo grave que constituye este tipo de relaciones para los trabajadores, mengua
la aportación al IESS y con esto, se abona a sud descapitalización.
Los afiliados y sus demandas
Debemos recalcar que estas
propuestas no solucionarán la crisis del IESS, porque nos encontramos en un
sistema semifeudal y semicolonial decadente; sin embargo, podemos platear
elementos que deben ser tomados en cuenta para la lucha y que no seamos los
aportantes quienes carguemos bajo nuestros hombros la crisis.
1.
Los falsos dirigentes de los
trabajadores, revisionistas y vende obreros de toda laya, jamás se han
preocupado por el IESS, es indispensable que haya verdaderos representantes de
los trabajadores en el directorio del IESS, que no pertenezcan a ningún partido
político electorero y sean electos de forma democrática.
2.
Es imperante que el imperialismo,
principalmente norteamericano, y el gobierno deje de meter las manos en los
dineros de los afiliados, sino que sean los mismos contribuyentes quienes
direccionen y administren sus recursos.
3.
Se debe cobrar al Estado y a los
empleadores los dineros que adeudan al IESS mediante políticas radicales.
4.
Dejar sin efecto la derivación de
pacientes a casas de salud privadas, sino, potenciar las casas de salud del IESS
para que abastezca y atienda a los aportantes.
5.
Emprender una reforma en la contratación
pública del IESS que sea transparente y pública.
6.
Desarrollar y tener celeridad en los
procesos judiciales por casos de corrupción y recuperar el dinero de las glosas
a funcionario o exfuncionarios del IESS.
7.
Conminamos al gobierno de Lasso emprender
políticas para que exista empleo pleno, disminución del desempleo y subempleo,
con sueldos dignos.
8.
Hacemos un llamado a los trabajadores
para estar vigilantes sobre las intenciones imperialistas y de Lasso que
quieren perjudicar a los afiliados, estar vigilantes con los supuestos
dirigentes de los trabajadores, quienes se venden por un plato de lentejas al
poder.
9.
Organizarse en los gremios,
asociaciones, sindicatos y demás estructuras de base para las futuras luchas en
defensa del IESS.
¡SOLO CON LUCHA
SE DEFIENDE AL IESS!
¡RESCATEMOS EL
IESS DE LOS CORRUPTOS Y DEL SECTOR PRIVADO!
¡ORGANIZAR,
COMBATIR Y RESISTIR!
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