Los despistados, por decir lo menos, decían que el correísmo es de
“izquierda”, “progresista”; no entendieron la dinámica de las contradicciones
interburguesas, desconocen el rol que cumple la burguesía burocrática; a esos
ingenuos, solo les alcanza repetir cacofónicamente eso de “medidas
neoliberales” saliéndose por la tangente de la lucha de clases y no tener una
correcta caracterización del país.
El correísmo es una peste burocrática, necesita del aparato estatal para
reproducirse política y económicamente. Pugnan y coluden con la burguesía
compradora; las dos facciones son parte de la gran burguesía, hoy coluden, a
cambio de que la burguesía compradora se lleve en hombros el país, la empresa y
servicios públicos, los otros, los correístas, tengan impunidad porque por
donde se hurga, estallan enormes forúnculos de pus.
Los correístas ya apoyaron “bajo la mesa” las leyes de Lasso; ahora apoyan,
en definitiva, la privatización de las eléctricas y otros sectores estratégicos
de la administración y gestión pública.
El correísmo, con alcaldesas vinculadas en todos los sentidos con los
narcos; funcionarios narcos, con una impresionante capacidad de prostituirse
con la burguesía compradora, ¿debe ser reconocida como una fuerza progresista y
en alguna medida ligada a los intereses populares?, ¡imposible!
Noboa, está fortalecido con la colusión con otras tiendas políticas; de
este lado de la colina, nos agarra en condiciones difíciles, con una dirigencia
indígena agotada después del “estallido” y que en definitiva sobredimensionó
las capacidades políticas de la CONAIE; Pachakutik, en lo suyo: el oportunismo,
como buitres, que están a la espera de ver qué migaja les bota el bananero; con
dirigentes de las centrales sindicales durmiendo la resaca electoral y pensando
en “papa Noel”.
Pero no todo está jodido, la clase y el pueblo luchará, para eso se
reorganiza, no para ponernos a la cola del movimiento indígena, viciado de
corruptos, oportunistas y electoreros, sino del proletariado, de su ideología,
garantía de lucha y victoria.
Vamos a preparar las respuestas al gobierno de turno y sus aliados
correístas. Vamos a detener una vorágine que desde Argentina va tomando fuerza
y que demanda ser parada en seco, de manera decidida.
Organizar, luchar y combatir; es lo que nos queda y lo que nos corresponde.
¡ORGANIZAR, LUCHAR Y RESISTIR!
¡SOLO CON LUCHA SE CONQUISTAN DERECHOS Y
LIBERTADES!
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