LA JORNADA DEL 1 DE MAYO EN EL ECUADOR

Hay que establecer una clara línea demarcatoria entre la dirigencia del movimiento sindical y sus bases. La marcha del 1 de mayo expresa el estado de ánimo de la clase; sus niveles de organización y plataforma de lucha.

No vamos a ponernos una venda en los ojos, la dirigencia del sindicalismo en el país es añeja, retardataria, revisionista, oportunista y traidora; aún galopan en las masas para conducirlas por el camino burocrático. Pero tenemos expectativas y somos optimistas, un nuevo movimiento sindical se organiza, crece y muestra estar decidido a ser un fuerte y firme instrumento ideológico que nos permita avanzar en las tareas revolucionarias.

¡Si no combatimos al revisionismo y al oportunismo, nada habremos hecho! No puede haber construcción sin destrucción; no hay cabida a la generación de nuevas organizaciones sindicales y populares si sobre la marcha no se destruye el viejo sindicalismo electorero. Hay que aplastar a los burocráticos, a los que trafican con las organizaciones y luchas de la clase y del pueblo.

Hay tres premisas fundamentales que debe observar y aplicar la nueva corriente sindical en el país; ser anti electorera, antimperialista y estar al servicio de las tareas fundamentales para desatar la evolución de Nueva Democracia, siempre, al servicio de la Revolución Proletaria Mundial; por fuera de estas tareas, no habrá nada nuevo bajo el sol.

Desde el FDLP-EC saludamos a los trabajadores del campo y de la ciudad que marcharon y se manifestaron por las calles del país; no obstante; esas movilizaciones no están llamadas a medir fuerzas con el régimen fascista del terrateniente de Noboa; no, está llamada generar conciencia de clase para fortalecer nuestras organizaciones de cara a la responsabilidad histórica que tiene el proletariado al ser la clase más oprimida, exportada y a la vez, más avanzada de la sociedad.

 

¡ORGANIZAR, COMBATIR Y RESISTIR!

¡SIN LUCHA NO SE CONQUISTAN DERCHOS Y LIBERTADES!















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