Culminaron las elecciones en Venezuela y una vez más, Maduro es electo como
presidente.
No nos corresponde analizar si hubo o no fraude, no es importante, ¿por
qué?, porque las elecciones en sí son un fraude, una patraña burguesa que
estabula a las masas a la democracia burgués-terrateniente, porque esa
democracia, al igual que todas, tiene carácter de clase y consiguientemente están
dispuesta para sostener el viejo orden de grandes burgueses y grandes
terratenientes.
¿Qué sucede en Venezuela?, hay una pugna Inter burguesa que dirime y
profundiza el camino semicolonial; es decir, qué imperialismo es el que se
posiciona de mayor y mejor manera. Es todo.
Las elecciones fueron cruciales para los planes del imperialismo, y no nos
referimos básicamente al imperialismo yanqui, sino también a los intereses que
tiene Rusia en la región.
Pero los gringos buscan más, pretenden más. Venezuela es crucial para sus objetivos.
Bueno, todos los países de Latinoamérica son importantes para los planes del
imperialismo yanqui, pero, en el escenario actual, la guerra en Ucrania, la
mecha encendida en Medio Oriente; el desplazamiento de la flota de guerra rusa
a Cuba, a Venezuela, la importante presencia de estos en Nicaragua, en fin,
encienden las alertas de los EEUU que ven vulnerada su retaguardia estratégica
y, obviamente, les preocupa.
Que las elecciones en Venezuela no resuelven los problemas de las masas es
un hecho. Pero también hay otro hecho, la manera como se mueve o funcionan los
grupos más retardatarios de esa sociedad que es patrocinada directamente por
los gringos. Es como si tuviesen un manual de comportamiento, una hoja de ruta
del cómo reaccionar ante sus eventuales enemigos.
Antes de las patrañas electorales crean un ambiente triunfalista, esgrimen
resultados de encuestadoras a su servicio, se presentan como ganadores, crean pequeños
tumultos, como decimos acá, se “vacunan” por si acaso las cosas no se den.
Luego, cuando los resultados no les son favorables, brincan, gritan, se
rebelan, fomentan movilizaciones, muchas de ellas violentas, pero, en el
colectivo, en las masas, ya se “sembró” la idea del triunfo. ¿Acaso en el país
los adeptos a Lasso no hicieron lo mismo? De esa manera, las masas son
alienadas, arrastradas a confrontaciones fratricidas; se las descarrilla del
andarivel que en verdad deberían transitar.
Pero bueno, ese es un aspecto de cómo se dan los procesos electorales.
Expresan, de manera definitiva y contundente que, tanto para unos, como para
otros, las elecciones son manipulables, tramposas, juegan con la voluntad de
las masas que aún creen en ese proceso, y mucho más en Venezuela, donde está
acompañado de una narrativa alegóricamente revolucionaria, antiimperialista o,
desde el juego de las libertades y democracia en abstracto.
No basta decir que allá, en Venezuela, sean ellos los que resuelvan sus
problemas, sus contradicciones. Los antagonismos son profundos,
irreconciliables y sí, al no haber correcta dirección política e ideológica en
el seno de las masas, los “revolucionarios del siglo XXI” han podido lanzar sus
redes y cooptar a muchos sectores de las masas pobres que ven, en estas
organizaciones y gobiernos, la posibilidad de solucionar sus problemas básicos,
fundamentales. Ahí opera el populismo, y en cierto grado, el fascismo.
Pero ese es el escenario. ¿Qué nos corresponde a nosotros? Activar el
internacionalismo proletario. Bregar
porque el proletariado se organice cobijado bajo correcta línea ideológica; que
construya instrumentos y sobre la marcha desbarate, dinamite y entierre esa
podrida línea ideológica de “comunistas” y “socialistas” electoreros y
oportunistas que viven como amebas, pegados a la estructura burocrática del
viejo estado, apoyándose o traficando con el hambre y luchas del pueblo. Eso es
importante. Sin embargo, consideramos que, en Venezuela, la contradicción
fundamental es por ahora, nación-imperialismo, y debemos aportar en todo lo que
se posible para bregar porque las masas de Venezuela combatan al imperialismo,
de toda laya, fundamentalmente yanqui; expulsarlo, neutralizarlo, por los
medios que sean posibles.
No podemos dejar de apoyar a las grandes mayorías, a aquellos sectores que
han entrado en contradicciones con el imperialismo so pretexto de que están
dirigidos por Maduro. Recordemos China, la alianza coyuntural con el Kuomintang,
en primera instancia, era fundamental derrotar y expulsar al imperialismo
japonés. No es diferente en Venezuela; hay que derrotar y expulsar a los
yanquis, y también a cualquier otra expresión del imperialismo. Es lo que
corresponde.
Los gringos no escatiman en organizar y financiar a los sectores más
retardatarios de esa sociedad. Organizan grupos armados, compran y corrompen a
los miembros de los aparatos armados del estado para volcarlos contra el
régimen. Quieren recuperar los espacios perdidos en ese país a cualquier precio.
¿Quiénes pondrán la cuota de sangre?, las masas.
En el Ecuador vivimos un escenario no diferente. Pusieron un mamotreto como
presidente. Ahora, corremos el peligro de convertirnos de, semicolonia, en una
colonia. Y no es que, con otro gobierno, sea “progresista” o de “izquierda” las
cosas sean diferentes, pero es importante tener claro que, la contradicción
fundamental en el mundo es naciones oprimidas-imperialismo, y debemos afinar la
táctica y la estrategia de cara a confrontar ese antagonismo sin que esto
quiera decir que desatendamos las contradicciones secundarias, como es el caso
de masas-feudalidad, confiscar el capitalismo burocrático y erradicar la gran
propiedad burgués-terrateniente.
¡VIVA LA LIGA ANTIIMPERIALISTA!
¡DERROTAR AL IMPERIALISMO Y APLASTAR AL
REVISIONISMO!
¡YANQUIS, GO HOME!
Comentarios
Publicar un comentario