PRESIDENTE MAO, A LOS 131 AÑOS DE SU NACIMIENTO, ¡PERVIVE EN EL CORAZÓN Y LUCHAS DE LOS PUEBLOS OPRIMIDOS DEL MUNDO!
El
proletariado y el pueblo del Ecuador se suman a la gran conmemoración de un
aniversario más del natalicio del Presidente Mao Tse-tung: el gran timonel, el
estratega inmortal que encendió el fuego purificador de la revolución en el
corazón de los oprimidos, el arquitecto de la revolución democrática de nuevo
tipo, de las revoluciones culturales y de la implementación del socialismo y la
dictadura del proletariado al servicio de la Revolución Proletaria Mundial.
El
aporte del Presidente Mao al marxismo-leninismo, convertido por el Presidente
Gonzalo y la guerra popular en el Perú en maoísmo, tercera y superior etapa del
marxismo, es hoy la tormenta que sacude las bases del imperialismo y sus
lacayos; es el fuego que alimenta las brasas de la revolución, fundamentalmente
en los países del Tercer Mundo.
Desde
las selvas de Filipinas, las montañas de los Andes en el Perú, las colinas de
Turquía y los bosques de la India, las guerras populares se levantan como tempestades
que arrasan la semifeudalidad, el capitalismo burocrático y al mórbido
imperialismo; las tres montañas que oprimen a los pueblos. Esta tarea solo
puede ser llevada adelante con guerra popular, línea militar del proletariado
internacional que, además, se ha convertido en el más fuerte latido de la
revolución, la danza guerrera de las masas que bregan incansable e
implacablemente por no dejar piedra sobre piedra del viejo Poder y del viejo
orden establecido.
En
Palestina, el pueblo resiste como acero templado en el crisol de la lucha. Cada
mártir, cada baja causada al invasor sionista, cada barricada que desafía al
imperialismo yanqui, es un golpe contra la opresión y un grito de rebeldía que
resuena en todos los rincones del mundo. Entre los escombros, los olivos se
alzan como puños en alto, símbolos de la victoria que nacerá de la resistencia.
Como nos enseñó el Presidente Mao, la resistencia no es solo un acto de lucha,
es la expresión más pura del amor revolucionario hacia la tierra, hacia la
clase y hacia nuestro pueblo. Frente al terror del sionismo y la máquina de
guerra imperialista, el pueblo palestino demuestra que los opresores son tigres
de papel y que la organización de las masas puede pulverizar sus armas y
desmontar su dominio.
El
imperialismo, ese coloso de pies de barro, tiembla ante la chispa encendida por
el Presidente Mao, que convierte sus sombras en cenizas y su poder en
escombros. Nos legó la verdad irrefutable de que la revolución una necesidad
histórica; no es un acto aislado, sino la fuerza imparable de los pueblos que,
como un volcán, estallan para incendiar las praderas y construir un mundo nuevo
sobre las ruinas de la opresión.
Hoy,
mientras las banderas rojas ondean al viento como llamas vivas, reafirmamos que
el Presidente Mao nos entregó la guía para la acción, para que los oprimidos de
la tierra se alcen y tomen el cielo por asalto. Su pensamiento, un arma cargada
de futuro, una herramienta viva que ilumina las noches más oscuras y marca el
sendero hacia la conquista del sol rojo para la liberación: el comunismo.
¡HONOR Y GLORIA ETERNA PARA EL
PRESIDENTE MAO!
¡VIVA EL MARXISMO-LENINISMO-MAOÍSMO!
¡VIVAN LAS GUERRAS POPULARES EN
FILIPINAS, TURQUÍA, INDIA Y EL PERÚ!
¡VIVA LA RESISTENCIA PALESTINA!
¡VIVA LA LUCHA ANTIIMPERIALISTA!
¡ORGANIZAR, COMBATIR Y RESISTIR!
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