De la traición no se vuelve. ¡Es un hecho!
La historia de la dirigencia de la CONAIE ha estado profundamente marcada
por la traición de varios de sus líderes. Estos, valiéndose de las importantes
y heroicas jornadas de lucha protagonizadas por indígenas y campesinos pobres,
han levantado sus propias plataformas políticas con un claro afán
electoralista, evidenciando así su carácter oportunista, servil y
antihistórico.
Una y otra vez, el movimiento indígena ha sido testigo de este tipo de
comportamientos. Nombres como Luis Macas, Nina Pacari, Antonio Vargas, Marlon
Santi, Salvador Quishpe, Lourdes Tibán y, más recientemente, Leonidas Iza,
vienen rápidamente a la memoria como ejemplos de esta lamentable constante.
Pareciera que todos ellos siguen un libreto previamente escrito. Al inicio
de sus carreras se presentan como dirigentes radicales, “consecuentes” con las
reivindicaciones más sentidas del campesinado. Además, adoptan un relato
nacionalista de corte burgués, que enaltece ciertos valores culturales e
históricos del movimiento indígena —como la defensa de la pluriculturalidad y
el carácter multinacional del Estado— pero que, en el fondo, resulta ajena a
las contradicciones principales que afectan al campesinado pobre.
Esta narrativa, aunque revestida de dignidad étnica y cultural, desvía la
atención de los problemas estructurales que realmente urgen: la lucha por la
tierra, la inapelable eliminación de relaciones de producción semifeudales y
con ellas, la transformación revolucionaria de la vieja sociedad.
La traición no sólo duele: desmoviliza, confunde, divide. Y es ahí donde
radica su verdadero peligro.
"Al momento que no sean cumplidos sobre lo
que acuerda, serán movilizaciones permanentes" Leónidas Iza
Ya no impresiona el discurso de
estos miserables. Se visten de rojo, y emiten peroratas tan encendidas que
harían parecer a cualquier revolucionario un aprendiz inmaduro de la
transformación social. Ah, claro está, también se rodean de una pequeña
burguesía intelectual que adorna sus discursos con una parafernalia
rimbombante, envuelta en un ecologismo de salón, completamente ajeno a los
esfuerzos reales y desesperados del campesinado pobre, que lucha por sobrevivir
trabajando tierras malas —o sin tierra alguna— en condiciones precarias.
Ese ecologismo, tan celebrado en foros internacionales, no se compadece con
la realidad del campo ecuatoriano, donde los pueblos enfrentan a diario el
despojo, el abandono estatal, y una economía que los margina sistemáticamente.
La traición, en este contexto, no es solo una desviación: es una afrenta
histórica.
Lo ocurrido en las últimas semanas, con el apoyo explícito de la dirigencia
de la CONAIE a sectores de la burguesía burocrática, es sencillamente atroz.
Sin embargo, el problema, objetivamente hablando, no radica únicamente en que
se haya apoyado a Luisa González, ni en que otros dirigentes quieran respaldar
a Daniel Noboa, ni siquiera en que no pocos se hayan posicionado a favor del
voto nulo/ blanco. El problema central es otro, más profundo: es haber
incurrido, una vez más, en el sainete electoral, en el gran engaño del orden
burgués, en esa trampa institucional que, elección tras elección, aleja a las
masas del único camino real hacia su emancipación: la revolución de Nueva
Democracia.
No se trata de hacer cálculos mezquinos para decidir si fue “menos grave”
apoyar al correísmo, a la burguesía compradora o a la abstención. La reflexión
debe elevarse a otro plano: lo verdaderamente decisivo es determinar de qué
lado se está. ¿Se está por el camino burocrático, el del constitucionalismo
burgués, el de las reformas cosméticas al viejo Estado
burocrático-terrateniente? ¿O se está con el camino democrático, el del pueblo,
el de la conquista y defensa del Nuevo Poder, el de sepultar a todos y todo lo
que representa sigamos siendo un país semicolonial y semifeudal?
La dirigencia indígena, por su composición de clase, arribista, reformista;
pero, sobre todo, por esgrimir una línea política sistemáticamente saboteada
por un tosco trotskismo improvisado, enfrenta hoy serias dificultades para imprimir
un derrotero auténtico, democrático, antiimperialista, antifeudal.
Pero las masas no olvidan.
Los pueblos, que esperan mucho más que una papeleta cada cuatro años, que
claman por tierra, dignidad y revolución, han visto una vez más cómo sus
aspiraciones históricas son selladas con tinta electoral, mientras se consolida
la bancarrota política de una organización que, desde sus bases, sigue
reivindicando la lucha por transitar el único camino cierto, verdadero; el de
la organización, movilización y lucha, independientemente de quién sea el
verdugo de turno que nos siga oprimiendo desde el gobierno y el estado.
Debemos rechazar y combatir la farsa electoral.
No podemos seguir validando un sistema podrido que utiliza las urnas como
disfraz de democracia, mientras perpetúa la miseria, la exclusión y la opresión
de las grandes mayorías. Es nuestra tarea -como parte del elemento consciente
de la clase y del pueblo- combatir y desenmascarar a los traidores que se
arrastran entre las pezuñas de la vieja institucionalidad burgués-terrateniente.
No desenmascararlos con claridad y firmeza nos vuelve cómplices. Cómplices
de esta tracalada de traidores, de esos curacas con pies de barro que ya ocupan
su lugar en el basurero de la historia.
¡Pueblo del Ecuador, no votar!
No legitimes a tus opresores. No alimentes con tu voto a esta vieja
democracia, instrumento a través del cual te oprimen y explotan. ¡Organízate,
lucha y resiste!
¡PUEBLO DEL ECUADOR, NO VOTAR! ¡BOICOTEAR LAS
ELECCIONES!
¡ORGANIZAR, COMBATIR Y RESISTIR!
Profunda realidad tan clara como los rayos del Sol, estas fuerzas revisionistas poderosos tentáculos de la burguesía imperialista (a pesar de que los amos los golpean)son utilizados para hacer la contrarrevolución y el Presidente Mao y el Presidente Gonzalo claramente definían que el triunfo de la revolución tenia que pasar por una lucha resuelta contra el oportunismo-revisionismo fuerzas desatadas con estrategias de hacer derrotar las revoluciones. También lo vivieron los grandes titanes fundadores del Comunismo enfrentando poderosas batallas que estallaron contra estos bandidos oportunistas-revisionistas enemigos del proletariado mundial y poderosos mercenarios-sicarios del capitalismo.
ResponderEliminarLos hilos brillantes luminosos que resplandece la ciencia del proletariado cuya dirección esta en el maoísmo y su potencia desarrollada en el Pensamiento Gonzalo nos llevan a las bases de apoyo que irradian visiones profundas rojas sobre el camino luminoso para la emancipación, se reproducirán por miles extendiéndose por el mundo del proletariado hasta surgir fuerzas poderosas de masas en pavorosas hogueras organizados y dirigidos por el constituido partido militarizado maoísmo Pensamiento Gonzalo.Horacio.
ORGANIZAR, COMBATIR Y RESISTIR!