¡LA REBELIÓN SE JUSTIFICA!

 

SE ATIZA EL LEVANTAMIENTO POPULAR CONTRA EL RÉGIMEN FASCISTA DE NOBOA

Firme e indoblegablemente, campesinos, obreros, estudiantes, indígenas y el pueblo en general sostienen la jornada de lucha contra el gobierno títere de Noboa.

Varias comunidades, organizaciones y movimientos políticos se van sumando a esta gran minga combativa en defensa de los intereses de las mayorías.

Ante el fervor combativo de las masas en Cotacachi, Ibarra, Ilumán, Otavalo y La Esperanza, el enemigo del pueblo, FF. AA. y Policía Nacional, ha movilizado miles de tropas, tanquetas y helicópteros para intentar lo inalcanzable: doblegar la indómita decisión de un pueblo dispuesto a parar en seco las pretensiones de un gobierno servil al FMI, al imperialismo, a la gran burguesía y a los grandes terratenientes.

En un acto circense, Noboa, fiel a su política demagógica y populista, desafió al pueblo de Otavalo y se trasladó allí para definir estrategias que, ilusamente, le permitan mitigar o neutralizar el levantamiento popular.

Fatuo, imbécil, como todo ricachón resabiado; como todo burgués prepotente, militarizó totalmente la ciudad en una clara manifestación de guerra contra el pueblo. Pasó lo que tenía que pasar: ante el rechazo combativo de las masas, tuvo que salir cobardemente, con el “rabo entre las patas”.

La represión se acrecienta: cientos de luchadores populares han sido detenidos ilegalmente. La agresión al pueblo se incrementa a niveles críticos. No nos amilana ni nos acobarda: hay que establecer una estrategia proporcional a la violencia del enemigo del pueblo. No corresponde que las masas sean las únicas que ponen heridos, golpeados y hasta desaparecidos; ellos, los enemigos del pueblo, también deben poner su cuota.

El bobo de Carondelet, Noboa, ha amenazado con judicializar a los detenidos por terrorismo. No podíamos ni debíamos esperar menos. No obstante, nada detendrá la vorágine popular dispuesta a luchar hasta frenar las ínfulas dictatoriales de Noboa y sus medidas económicas.

Mientras tanto, el ministro del interior John Reimberg haciendo alarde una prepotencia única, se esmera en deslegitimar el levantamiento popular señalando que se trata de acciones ‘aisladas’ dirigidas por ‘el correísmo’, el ‘tren de Aragua’ y ‘terroristas’ infiltrados en las movilizaciones. Este cerdo asqueroso cree que, por estigmatizar a las masas como ‘delincuentes’, ‘asalariados’, ‘terroristas’ puede deslegitimar la justa rebelión popular. ¡Sueños de cochino berraco! Ya sabemos, mientras más nos ataquen, mientras más nos persigan, es por que andamos en el camino correcto.

Pueblo del Ecuador; aquí no hay espacio para la conciliación ni para el diálogo. No hay punto de retorno: el levantamiento hay que sostenerlo hasta el tope, hasta conquistar los objetivos trazados.

El gobierno y las FFAA/Policía Nacional nos han declarado la guerra. Está bien: es lo que corresponde en una sociedad de clases y en instituciones que sirven a los intereses no solo del gobierno, sino del viejo Estado burocrático-terrateniente. Nada de que los miembros de las FFAA y la Policía sean “hijos del pueblo” y les hagamos un llamado a la reflexión. Son hijos de las instituciones que representan y defienden; nos ven y nos combaten como lo que en verdad somos: sus enemigos. ¡El odio de clase es mutuo!

Vamos a fortalecer el levantamiento popular. Lo sucedido en Imbabura clama ser replicado en todas las provincias del país.

¡VIVA EL LEVANTAMIENTO POPULAR!

¡NO AL DIÁLOGO Y CONCILIACIÓN!

¡PROFUNDIZAR Y RADICALIZAR EL LEVANTAMIENTO POPULAR!

¡ORGANIZAR, COMBATIR Y RESISTIR!

¡LA REBELIÓN SE JUSTIFICA!




















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