¡NO
A LA REPRESIÓN DEL PUEBLO SHUAR EN NANKINTS!
¡TIERRA
PARA EL QUE LA TRABAJA!
Cuando los comunistas sostenemos que el tipo de revolución
que corresponde al Ecuador dada su caracterización smicolonial-semifeudal es de Nueva
Democracia, lo que estamos diciendo es que se debe apuntar todo el esfuerzo organizativo
y combativo de las masas -dirigidas por el Partido Comunista-, al derrocamiento
de las tres montañas que nos oprimen: el imperialismo, el capitalismo burocrático
y la semifeudalidad, tareas que solo y únicamente solo pueden ser posibles
desarrollando guerra popular.
Sobre
esta base, la revolución agraria, es
decir, la lucha por la tierra, cobra importancia estratégica, es ahí donde
debemos apuntar con mayor vehemencia. Destruir el monopolio de la tierra,
barrer el latifundismo, destruir las relaciones de producción semifeudales,
esas son las tareas, pero no se puede soslayar la necesidad de combatir y
destruir las distintas formas como el capitalismo burocrático ha penetrado en el
campo.
En
el país la penetración del capitalismo burocrático se presenta de varias
formas, una de ella, los tibios procesos de industrialización de la producción
agrícola, la otra, la minería privada y sobre todo aquella que es emprendida
por el estado que incapaz de salir de la crisis, permanentemente viene concesionando
a las transnacionales chinas grande porciones del territorio nacional para que
se dediquen a la explotación minera, perjudicando de manera directa a la poca
propiedad comunal de tierras que existe en el país, destruir los recursos naturales
y obviamente, profundizar la semifeudalidad a partir de la reprimización de la
economía.
De
lo enunciado ¿qué es lo importante?, la tierra, la propiedad de la tierra, y al
parecer las comunidades indígena campesinas del oriente, -particularmente- en
la provincia de Morona Santiago tienen claro el problema. No basta denunciar la
presencia de la gran minería, hay que expulsarla, y para hacerlo hay que combatir
a las fuerzas paramilitares de los terratenientes (disimulados bajo la figura
de empresas de seguridad); al régimen y a sus instrumentos represivos. Esa es
la verdad, esa es una necesidad que debemos respaldar, potenciar y replicarla a
lo largo del país.
El
21 de noviembre, un importante grupo de indígenas shuar procedió a la toma de
las instalaciones del proyecto minero Panantza-San
Carlos en Nankints, en Morona
Santiago, en pleno afán de recuperar las tierras que el régimen fascista
de Correa les arrebató para entregársela a las transnacionales chinas.
La
concesión minera fue entregada a la empresa china Explorcobres S.A, EXSA,
filial de EcuaCorriente, la
misma que en agosto pasado con el respaldo de militares y policías entró con
maquinaria a la zona, desalojando a las comunidades
indígenas shuar que habitan en este territorio, considerado ancestral.
Sobre
esta acción de las masas por recuperar sus tierras hay que resaltar, además del
hecho, la manera como lo hicieron. Movilización de masas campesinas. Toma del
campamento minero, resistencia armada a la ofensiva policial quienes resultaron
con 7 bajas (policías heridos por perdigones) y el sostenimiento en firme de
los propósitos por expulsar a la trasnacional minera y la recuperación de las tierras.
Puntualizar
sobre la movilización con la utilización de armas de fuego ha sido relevante y
digno de saludar. ¿Por qué?, porque ahí el campesinado va perdiendo el miedo,
avanza. Porque el campesinado rebasa a sus dirigencias oportunistas. Porque el campesinado
siente que la única forma de poder conquistar sus derechos, sus
reivindicaciones, solo puede ser posible con el uso de la violencia
revolucionara. Eso es lo que debemos destacar. Pero hay que considerar que eso
no basta, no alcanza, falta más, dotarle al campesinado pobre, a los indígenas
pobres de correcta guía ideológica de tal manera que sus luchas no sirvan de
panacea para que esa dirigencia oportunista de la CONAIE y la CONFENIAE no
terminen traficando con estas luchas
precisamente hoy, que hemos entrado en una etapa pre-electoral.
Hoy
el régimen fascista de Correa ha impuesto un cerco informativo sobre la campaña
policial reforzada por decenas de efectivos militares por recuperar las
instalaciones de la minera, y a decir del régimen, “capturar a los sediciosos y meterlos a la cárcel”.
Responsabilizamos
al gobierno y a sus fuerzas represivas títeres por la integridad de los
miembros de la avanzada indígena Shuar, que en unos de su legítimo derecho
interpuso la acción por la recuperación de sus tierras.
Manifestamos
al régimen que de persistir en su campaña represiva contra los indígenas y
campesinos pobres, la clase y pueblo del Ecuador adelantará esfuerzos vitales por detener la
voracidad extractivista del régimen y en defensa de los derechos del pueblo.
¡NO
A LA REPRESIÓN DEL PUEBLO SHUAR EN NANKINTS!
¡NO
AL DESPOJO DE LA TIERRA A LAS COMUNIDADES INDÍGENAS!
¡TIERRA
PARA EL QUE LA TRABAJA!
¡A
RECONQUISTAR LA TIERRA PARA LOS CAMPESINOS POBRES!
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