El 23 de agosto del 2018, en el
control integrado de policía de Mascarilla, Imbabura, un joven de 23 años fue
cobardemente asesinado por un miembro del Grupo de Operaciones Especiales de la
policía, GOE.
En un confuso incidente suscitado
después de un accidente de tránsito, un policía del GOE que se retiraba del
lugar, de manera cobarde, alevosa y premeditada se dio vuelta y disparó
directamente a la parte posterior de la cabeza de Andrés Padilla, quién estaba
de espaldas.
Definitivamente se trató de una
EJECUIÓN EXTRAJUDICIAL, en la medida que el policía estaba de servicio,
uniformado, con arma de dotación policial y cumpliendo órdenes de sus mandos de
dispersar a las personas que se oponían a la retención de un vehículo
comprometido en el accidente de tránsito.
En primera instancia, el Ministro
de Interior salió a justificar la muerte del joven aduciendo que fue en
“legítima defensa” y qué, además, el fallecido era un delincuente.
Cuánta infamia de este miserable
y del régimen que representa. Cuánta infamia y cobardía de la policía, valiente
con jóvenes desarmados y gallinas el rato de confrontar al pueblo organizado y
armado a lo largo de la frontera con Colombia.
Andrés Padilla era un joven
deportista, jugó fútbol profesional en un equipo de segunda categoría; como la
mayoría de jóvenes afro descendientes del Valle del Chota, el deporte y
particularmente el fútbol es la única alternativa de vida para medio argumentar
la vida en medio de tantas limitaciones y miseria.
Este hecho no es aislado,
responde a la política de militarización de las provincias del norte del país;
a la presencia de militares y policías que tratan de desenredar el “nudo
gordiano” que se ha convertido la organización y alcances de lucha que
presentan los campesinos pobres del Carchi, Imbabura y Esmeraldas. Representa a
la nueva directriz y estrategia que implementan los EEUU en la región so
pretexto de lucha en contra del terrorismo y el narcotráfico.
La mutación del régimen que de
burgués burócrata devino en burgués comprador, le ha añadido toda esa acción
violenta, policíaca, punitiva, represiva y violentadora de los más elementales
derechos del pueblo.
La respuesta de la comunidad afro
descendiente a este asesinato -particularmente del Juncal-, ha sido
determinante. Aplicando nuevos criterios de lucha, ha sabido infringir duras
respuestas al viejo estado, y no hay duda que las acciones de este pueblo
valiente y digno pondrán de rodillas al Estado burgués-terrateniente hasta que
se haga justicia y el Ministro del Interior pida disculpas por las falsas
acusaciones que lesionan la memoria del compañero Andrés Padilla.
No bastará la respuesta de masas
en las calles, en la carretera, tampoco la brega jurídica porque se condene al
cobarde asesino con el máximo de la ley; que el viejo estado responda por un crimen
de estado, sino que además, no habrá perdón ni olvido para los verdugos del
pueblo, ya que sólo éste está en capacidad de castigar a quienes lo reprimen,
asesinan y persiguen.
¡NI PERDÓN NI OLVIDO PARA LOS ASESINOS DEL PUEBLO!
¡POLICÍA NACIONAL: ÁGUILAS PARA COMBATIR Y REPRIMIR AL PUEBLO
DESARMADO; GALLINAS PARA COMBATIR AL PUEBLO EN ARMAS!
¡LENIN MORENO, PERRO ASESINO DEL PUEBLO!
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