Las
contradicciones interimperialistas son llevadas a todos los planos.
Sigue
la confrontación cruenta instrumentalizando y sangrando a los pueblos en Siria,
Irak, Afganistán, Yemen, Palestina y otros, no obstante también pugnan en el ámbito
comercial y productivo.
La
histórica baja del precio del petróleo
se inscribe en ese orden. Rusia, Arabia Saudita y EEUU, particularmente,
entraron en una danza macabra de especulaciones comerciales con el precio del petróleo
que ha terminado por agudizar las
precarias condiciones de vida de las masas en los países del tercer mundo.
En
el Ecuador, el precio del petróleo cayó en números negativos; es decir, no
cuesta ni siquiera el equivalente a una botella de agua de consumo personal
cuando al Estado le cuesta aproximadamente 30 dólares extraer y comercializar
un barril de petróleo.
De
todas formas, el régimen ha encontrado la justificación que buscaba para plantear
una vez más la eliminación o focalización de subsidios a los combustibles imprimiendo
un nuevo y contundente golpe a la economía popular.
Proletariado
y pueblo del Ecuador, esta medida no responde a la crisis generada por el
imperialismo con la pandemia del coronavirus, tampoco a la caída del precio del
petróleo; esta medida responde a las imposiciones del FMI que ya fue planteada en octubre del 2019 y heroicamente
rechazada por la clase y el pueblo combatiente en las calles con un alto costo
de vidas.
Al
ser el petróleo materia prima para la elaboración de combustibles que mueven la
economía y al haber bajado el precio de esta materia prima, lo lógico, como
sucede en otros países, es que el precio de la gasolina baje y no suba como se pretende
en el país.
Hay
un elemento importante a considerar. El problema no termina siendo que el
petróleo baje de precio en el mercado internacional o que el FMI nos imponga la
eliminación de subsidios; tampoco que el régimen entreguista, represivo y mentiroso
de Moreno sea el gestor de una serie de medidas que han descargado sobre los
hombros de los trabajadores financiar la respuesta estatal a la crisis que
atraviesa el capitalismo burocrático en el país; nosotros no podemos responder
a estos escenarios sencillamente porque el capitalismo burocrático no da para más,
está estructurado de tal manera que tiene que sobrevivir ceñido íntimamente a
la semifeudalidad y a la semicoloniedad que es la base sobre la cual se sostiene el viejo poder de grandes burgueses y
grandes terratenientes; por lo tanto ni Moreno, Correa, ni la meretriz de la burguesía:
Cinthya Viteri, Lasso, Yacu Pérez, Iza, Vargas, Nebot, Quishpe, la Tibán, el
candidato oficial Otto Sonnenholzner ni nadie, absolutamente nadie que acceda al
gobierno podrá cambiar el rumbo del país porque están aherrojados a sostener el
viejo Estado que está plenamente estructurado desde el modo de producción, las
relaciones de producción y la defensa del sistema por unas FFAA y policía
nacional llamada a defender el viejo poder burgués-terrateniente.
Coyunturalmente
hay solo tres salidas para medio sobrevivir a la crisis actual: NO PAGO DE LA
DEUDA EXTERNA; CONFISCAR RECURSOS DE LAS 240 EMPRESAS MÁS GRANDES DEL PAÍS QUE
CONCENTRAN EL 70% DEL PIB NACIONAL Y SALIR DE LA DOLARIZACIÓN, por fuera de eso
solo hay demagogia y banales intentos que lo único que permiten es barnizar o
maquillar la crisis y descargar en los trabajadores y demás masas el peso para sobrellevarla.
A RESPONDER CON LUCHA Y REBELIÓN POPULAR LAS
PRETENSIONES DEL RÉGIMEN DE INCREMENTAR EL PRECIO DE LOS COMBUSTIBLES
QUE LA CRISIS LA PAGUEN
QUIENES SE BENEFICIAN DEL SACRIFICIO DE LOS TRABAJADORES: LA GRAN BURGUESÍA Y
LOS GANDES TERRATENIENTES
¡LA REBELIÓN SE JUSTIFICA!
¡NI PERDÓN NI OLVIDO PARA
LOS VERDUGOS DEL PUEBLO!
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