El gobierno del burgués comprador/terrateniente de Noboa, va de tumbo en
tumbo. Los hemos caracterizado; señalamos que es fascista, sí; no solo ha
exacerbado a los aparatos represivos del viejo estado, les ha otorgado más
poder, más protagonismo y capacidad de decisión en el quehacer político; ha
lanzado una campaña populista que busca respaldo para asaltar todas las instituciones del Estado;
da rienda suelta a la voracidad de las transnacionales, muchas de ellas aliadas
a capitales financieros nacionales; neutraliza la organización popular,
desconoce los derechos demoburgueses, es corporativo, elitista, centralista;
prepotente, a pesar de que permanentemente apela al “sacrificio” de las masas
para “sacar adelante el país”. No tiene rasgos nacionalistas, pero, el
fascismo, evoluciona, adquiere características diferentes, propias de un país
semicolonial y semifeudal.
Cometió la burrada de tomarse violentamente la embajada de México. El costo
político y económico será grande, y sin lugar a dudas recaerá sobre los hombros
de las masas. No ha podido doblegar a la delincuencia, a las bandas, por el
contrario, ha utilizado la violencia que estas generan para poder reafirmar su
proyecto de intervención y control militar; se ha dado modos de generar un
estado de “terror” y amedrentamiento que de una u otra manera a “golpeado” las
puertas de las organizaciones populares, campesinas y obreras.
Estamos a pocos días de la consulta popular propuesta por Noboa. Asistimos
en tinieblas, sin energía eléctrica, con un país convulsionado; y aún, en este
escenario, Noboa se escuda en el discurso “radical” endosando a otros actores
políticos la crisis que vivimos. Señala que los apagones son producto de
sabotaje. Es más, judicializa a más de una veintena de funcionarios por este
motivo. No le importa enviar a la cárcel a quién sea para conseguir sus
propósitos. Se considera estar por encima de las leyes, de la constitución.
El proletariado, campesinos y pueblo del Ecuador, indistintamente de los
resultados de la consulta, seguirán viendo cómo sus condiciones de vida se
precipitan, se pauperiza; obviamente que, el triunfo de la propuesta del
terrateniente, agudizará la crisis, precarizará más el trabajo, entregará el
país a las transnacionales de la minería, al imperialismo, y convertirá el
Ecuador, en una base militar conjunta de EEUU e Israel.
Hay que detenerlo. La tarea no está en las urnas, en la consulta, en las
elecciones; verlo de esa manera es oportunismo; es arrastrar a las masas a una
jornada que no solucionará sus problemas fundamentales. Hay que insistir en
fortalecer los sindicatos, la organización campesina y popular; radicalizar sus
acciones. No podemos dejarnos arredrar con los resultados de la consulta que
pretende crear la figura de la extradición, endurecimiento de penas y convertir
al estado en una maquinaria más punitiva, carcelera, y represiva de lo que ya
es. Este propósito de Noboa y del Estado busca reactivar el capitalismo
burocrático y, para hacerlo, debe profundizar nuestra condición de ser un país
semicolonial, y semifeudal.
Breguemos por construir organismos generados y hagámoslo desbocar en las
calles, en el campo, no dar tregua hasta desmontar al tirano, su gobierno y
abrir la brecha para la definitiva destrucción del viejo Estado
burocrático-terrateniente.
La consulta o las elecciones no son el camino que el pueblo debe transitar
si quiere su emancipación, su liberación.
PUEBLO DEL ECUADOR ¡NO VOTAR!
¡NO A LA CONSULTA POPULAR!
¡NO AL PLAN CORPORATIVIZADOR DEL IMPERIALISMO,
GRAN BURGUESÍA Y TERRATENIENTES!
¡NO A LA MILITARIZACIÓN DEL PAÍS!
YANQUIS: ¡GO HOME!
¡ORGANIZAR, COMBATIR Y RESISTIR!
¡SOLO CON LUCHA SE CONQUISTAN DERECHOS Y
LIBERTADES!
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