Régimen de Lasso contaminado de corrupción. ¡Nada de qué asombrarnos! Lo
hemos sostenido recurrentemente, la corrupción es panacea de la gran burguesía;
se ha presentado en absolutamente todos los gobiernos, indistintamente de sus
banderas y quienes los han apoyado, ya sea públicamente, como de manera
soterrada.
El empleado del Banco de Guayaquil, Hernán Luque, delegado por Lasso al
manejo del Directorio de la Empresa Coordinadora de Empresas Públicas
(EMCO) ha sido desenmascarado por un medio de noticias digital por cometer
actos de corrupción. Luque, subordinado también al cuñado de Lasso, manejaba
nada menos que CATORCE MIL MILLONES DE
DÓLARES.
Quienes administran el viejo
estado burocrático-terrateniente están podridos, tanto como la institucionalidad
pública-privada. Basta mirar cómo roban cuando están cerca del aparato estatal,
¿acaso son diferentes desde el ejercicio privado en el manejo de sus empresas,
bancos, etc.?; ¿NO!, definitivamente.
No hay sector estatal y/o privado
que no esté contaminado o viciado de corrupción. Policías, militares, aduanas,
puertos, empresas eléctricas, petroleras, gobiernos seccionales, bancos,
aseguradoras, importadores, todos podridos. ¿Podríamos pensar que el Consejo
Nacional Electoral es manejado con manos limpias?, ¡improbable!
No podemos ni debemos seguir
insistiendo por la vía electoral. Este camino jamás ha solucionado de manera
objetiva los problemas que aquejan a las grandes mayorías; menos aún, cuando se
ha demostrado que todos los partidos políticos electorales han estado
comprometidos con dictaduras militares y civiles, con gobiernos de derecha,
centro e izquierda, en muchos de los casos apoyados por partidos que se han
autodefinido como «revolucionarios» como es el caso del PCMLE, Unidad Popular,
Partido Socialista, AVC, Partido Comunista Ecuatoriano; y que por cierto, han
tenido distintos niveles de participación gubernamental y consiguientemente
responsabilidad en la corrupción, desgobierno y medidas que a lo largo del
tiempo han beneficiado a unos pocos en desmedro de las grandes mayorías. Como
dice nuestro pueblo, «tanta culpa tiene el que mata la vaca, como el que le agarra
la pata»
Las votaciones no expresan la
voluntad popular, mucho menos, como lo dice el PCMLE, «expresa la lucha de
clases», esa es una estupidez que pretende justificar el por qué se debe
participar en las elecciones; a la final,
estos miserables, como todos aquellos que nos empujan a votar, tratan de
«arrimarse» al aparato burocrático/estatal porque de esa manera se reproducen
políticamente, financian sus bolsillos y su aparatoste político.
Pachakutik es otro cuento de
igual tenor. Argumentan cualquier cosa para justificar la patraña electorera.
La inclusión del indigenado en la vida política del país, el reconocimiento
político; los más radicales sostienen que por esa vía se puede realizar
«propaganda y agitación», también le llaman «acumulación de fuerzas, o lo más
burdo y trillado: «a la burguesía hay que combatirla en todos los campos,
inclusive en el parlamentario».
Los revisionistas y oportunistas asimismo
gritan: «solo el pueblo salva al pueblo», claro, en las urnas.
Hay que estar conscientes de que lo
único que verdaderamente salva a nuestro pueblo es NO participando en las
elecciones, por el contrario, combatiéndolas, haciendo todo lo posible porque
estas no se desarrollen. Lo único que salva al pueblo es generar una nueva
organización sindical, popular, campesina, organizaciones que sea soporte de un
gran Frente Democrático, que apuntale las condiciones subjetivas para desatar
la revolución de Nueva Democracia, con violencia revolucionaria; por fuera de
eso, seguiremos «arando en el mar».
No le des tu voto a ningún
sinvergüenza, de ningún partido político, recuerda, ellos están traficando con
tu vida, tu seguridad, tu hambre, el desempleo, la falta de medicinas y médicos
en el sistema de atención pública; ellos, todos, quieren tomarse las empresas
públicas y entregarlas al sector público, que no es lo mismo, aunque en el
fondo, igual.
No caigas en el juego de la Consulta
Popular, igual que las elecciones, sirve a un sector en específico, en este
caso, a la gran burguesía, pero sobre todo, al imperialismo. Aquí no está en tensión si escoges a uno u
otro candidato como alcalde, presidente de junta parroquial, etc., menos aún,
si en la consulta te pronuncies a favor o en contra de lo planteado por el
régimen corrupto de Lasso; lo que está en tensión son las elecciones burguesas,
su naturaleza de clase y como, indistintamente de quién gane, sirve a las
clases dominantes.
Vamos a extraditar criminales,
narcotraficantes y a miembros del crimen organizado, dice el banquero. ¡Falso!
México, Colombia y otros países vienen extraditando no solo a narcos, sino
también a personas que son incómodas para el imperialismo yanqui; igual, en
esos países siguen matando, produciendo y comercializando drogas, políticos
enriqueciéndose con los fondos públicos; en esencia, nada ha cambiado.
Según un informe de las Naciones
Unidas señala que en el Ecuador, en los últimos años, se ha lavado más de cinco
mil millones de dólares provenientes del tráfico ilícito de drogas. Te has
preguntado ¿dónde está ese dinero?, ¿debajo del colchón de los narcos?,
¿pudriéndose en caletas subterráneas?. No, están en el sistema financiero
nacional, en la banca, en las grandes empresas, en los grandes comercios
manejados precisamente por empresarios, aquellos a los que el régimen les
encarga el manejo de las empresas y servicios públicos. No es extraño que en
medio de la crisis que ha vivido el país, la banca es la que más beneficios y
ganancias ha tenido en todos sus tiempos; al 2022 sus ganancias se
incrementaron en un 48%
Mientras tanto, en las calles de
Guayaquil, Santa Elena, Manta, asesinan a pequeños comerciantes, a
transportistas de moto, mototaxis, vendedores ambulantes, a quienes otros
delincuentes les arrebatan lo poco que ganan y hasta sus vidas.
Mientras nos tienen entretenidos
con las telenovelas de corrupción y estúpidas campañas electorales, las grandes
empresas siguen haciendo de las suyas; precisamente este momento, en Buenos
Aires, Imbabura, miles de militares y policías se movilizan para dar seguridad
a la empresa Hanrine, aun en contra de la soberana decisión de sus pobladores.
Mientras nos tienen embobados con
las elecciones, el gobierno no cumplió con las resoluciones de la mesa de
negociaciones forzada por la gran movilización de junio del año pasado, donde
tú, nosotros, luchamos para detener la voracidad del banquero, sin embargo,
como siempre, los dirigentes de las organizaciones indígenas, campesinas y
obreras traicionaron nuestra brega y la sangre de los asesinados en las
«negociaciones» a sabiendas de que como siempre, el gobierno no iba a cumplir.
Ello, los de «arriba» ya no
pueden seguir gobernando de esa manera, nosotros, «los de abajo», ya no
queremos seguir viviendo como hemos vivido hasta ahora, entonces, no votemos,
no reformemos el estado; que ellos, los de «arriba» sientan nuestro peso,
nuestro descontento, nuestro profundo e insalvable odio de clase, y la única
manera de hacerlo es desarrollando violencia revolucionaria, bregar
incansablemente por destruir su viejo estado y su viejo poder, y solo sobre sus
ruinas, erigir lo nuevo, que inexorablemente nos llevará hasta el comunismo.
Pueblo del Ecuador, NO VOTAR
SOLO CON LUCHA SE CONQUISTAN DERECHOS
Y LIBERTADES
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